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Quienes abrieron la licorería ABC de Ashland, en Virginia, Estados Unidos, jamás imaginaron que encontrarían un desastre digno de un sábado por la noche, pero protagonizado por nada más y nada menos que un mapache. Botellas rotas, licor regado por el piso y estantes desordenados fueron las primeras pistas del caos. La segunda pista, y quizá la más desconcertante, yacía en el baño, un mapache completamente desmayado, boca abajo, entre el inodoro y el bote de basura. Algo que las personas catalogaron como "un borracho inesperado".
La historia, que rápidamente se ha vuelto viral en redes sociales, fue cubierta por diferentes medios locales, las autoridades reportaron que el animal apareció “muy borracho” luego de haber consumido parte del alcohol que logró tomar de las botellas del estante más bajo de la tienda.
La oficial de control animal Samantha Martin, citada por la BBC, explicó que el pequeño intruso no solo bebió, sino que “entró en un alboroto total, bebiendo todo”, después de caer desde una de las baldosas del techo.
Según el medio británico, la tienda estaba cerrada por el Día de Acción de Gracias, y el incidente ocurrió durante lo que llamaron curiosamente el “robo del Viernes Negro”. Los empleados, al llegar, creyeron que habían sido víctimas de delincuentes. Pero pronto descubrieron que el responsable no era un humano, sino un travieso mamífero sediento y molesto.
Según el reporte, el mapache habría probado diferentes bebidas alcohólicas, incluyendo whisky escocés y, según las fotografías difundidas, incluso una botella de Jameson. “Después de investigar, los trabajadores encontraron al mapache tendido boca abajo en un estado de ebriedad”, indicó el medio. Las autoridades locales confirmaron que estaba “muy borracho”.
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El hallazgo fue tan desconcertante como cómico, pues sean quienes sean los protagonistas de un robo, pocas veces necesitan ser “recuperados de la sobriedad antes de ser interrogados”, como escribió en tono humorístico el Refugio de Protección Animal del Condado de Hanover en Facebook, citando a la oficial Martin, quien fue la encargada de trasladar al animal.
“Después de unas cuantas horas de sueño y sin señales de lesión (excepto quizás una resaca y malas decisiones de vida), fue liberado sano y salvo de nuevo en la naturaleza”, publicó la entidad, que agradeció el profesionalismo del equipo que manejó lo que describieron como “una escena caótica”.
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Lo ocurrido ha generado miles de reacciones en redes sociales. Algunos usuarios bromearon sobre las motivaciones del alborotador: “Escuché que el Sr. Mapache se acaba de divorciar, así que lo entiendo perfectamente”, comentó un internauta. Otro añadió: “Un buen borracho siempre se desmaya cerca del baño. Estaba junto a ese baño jurando no volver a beber nunca más”.
Mientras tanto, para el refugio el incidentes solo significó “otro día en la vida de un oficial de control de animales”. Y aunque la tienda debió enfrentar el desastre de botellas rotas y estantes tirados, el alivio de saber que no se trataba de un ladrón humano pareció compensar parte del caos.
La historia del “bandido enmascarado”, como lo llamó el refugio en tono cariñoso, se ha convertido en un recuerdo difícil de olvidar para quienes trabajan en la tienda. Y más difícil aún para el propio mapache, que probablemente amaneció con el peor guayabo de su vida silvestre. Por fortuna, no tuvo heridas y fue liberado en su entorno natural.
Quizá, después de esta aventura etílica, el pequeño intruso haya aprendido que entrar por el techo de una licorería nunca es buena idea, al menos, eso fue lo que indicó el refugio de Hanover.
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De acuerdo con el hospital veterinario Animal Emergency Care, durante la temporada navideña aumenta el riesgo de intoxicación por alcohol en animales silvestres y mascotas, pues el movimiento en la cocina, los derrames y las bebidas festivas dejan a perros y gatos más expuestos.
La toxicidad puede presentarse por ingestión, inhalación o contacto con la piel y afecta sistemas vitales como el gastrointestinal, respiratorio, nervioso y cardiovascular. Los cachorros y gatitos son especialmente vulnerables por su tamaño y órganos en desarrollo.
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Las fuentes más comunes incluyen bebidas alcohólicas, postres con licor, frutas fermentadas, masa cruda con levadura, desinfectantes o limpiadores. Los síntomas pueden aparecer minutos u horas después e incluyen falta de coordinación, babeo, vómito, diarrea, letargo, excitación o depresión. En casos más graves pueden presentarse dificultad para respirar, hipotermia, convulsiones o coma.
Los veterinarios recomiendan vigilar de cerca a las mascotas durante las celebraciones y disponer adecuadamente de los residuos para evitar que animales en la calle o sin hogar accedan a restos de comida, botellas o sustancias tóxicas. Ante cualquier sospecha de intoxicación, es fundamental acudir de inmediato a un servicio de urgencias veterinarias.
HEIDY ALEJANDRA CARREÑO BELTRAN
NOTICIAS CARACOL