Un grupo de jóvenes grababa un día de cacería de jabalíes en Australia, cuando uno de ellos decidió saltar del vehículo al ver que un canguro sujetaba por el cuello a Max, uno de sus perros.
Lo que ocurrió luego fue de no creer: el hombre, identificado como Greig Tonkings, se enfrentó a los puños con el agresor.
En esta pelea de boxeo, el humano sorprendió al canguro conectándole un golpe de derecha que dejó a su rival paralizado.
Ni Tonkings creía lo que acababa de ocurrir y, entre dubitativo y asustado, se alejó del lugar antes de que el enemigo decidiera tomar revancha.
El video ha generado una serie de comentarios a favor y en contra de Greig. Unos dicen que su acción fue exagerada y con visos de maltrato animal; otros, sin embargo, creen que era la única forma de salvar a su perro. El debate está abierto.
La escena, que en un comienzo se dijo era falsa, terminó revelando otra historia detrás de este combate: la de una viaje de un grupo de amigos que quiso cumplirle su último deseo a Kailem, un joven de 19 años que padecía cáncer y que murió la semana pasada, según publicaron medios australianos como The Age.