Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La Novena de Navidad es una costumbre muy presente en Colombia y en otros países de América Latina. Son nueve días seguidos de oraciones, cantos y reflexiones que arrancan el 16 de diciembre y terminan el 24, justo en la víspera de Navidad. El objetivo es preparar el corazón para celebrar el nacimiento de Jesús, creando espacios para compartir en familia y reforzar valores como la fe, la esperanza y la solidaridad. La novena, que también es un momento par reunirse en familia, es interpretada de maneras diferentes en Colombia.
De hecho, varios usuarios en redes sociales notaron que en Antioquia el canto de los gozos no se interpreta exactamente igual que en otras regiones. La diferencia se concentra en la forma como se nombra al Niño Jesús dentro de la letra. Mientras que en la versión más extendida en el país se utiliza el nombre de Jesús, en Antioquia es habitual reemplazarlo por el término "niñito".
La versión tradicional de los gozos, conocida en la mayoría de departamentos, dice:
"Ven, ven, ven. Ven a nuestras almas, Jesús, ven, ven, ven.
Ven a nuestras almas, Jesús, ven a nuestras almas.
No tardes tanto, no tardes tanto, Jesús, ven, ven".
Esta letra es la que muchas personas recuerdan en sus novenas familiares, colegios y parroquias, y suele considerarse de la forma "oficial" del canto, ya que coincide con los textos más difundidos de la Novena de Aguinaldos.
No obstante, en Antioquia es frecuente escuchar una adaptación distinta, en la que se utiliza la palabra "niñito" para referirse al hijo de Dios. En esa versión, el canto se interpreta así:
Publicidad
“Ven, ven, ven (niñito). Ven a nuestras almas, niñito, ven, ven, ven (hermoso).
Ven a nuestras almas, niñito, ven a nuestras almas.
No tardes tanto, no tardes, niñito, ven, ven.
Amén. Jesús, viva”.
Para quienes crecieron en esta región, la variante no resulta extraña ni incorrecta, pues hace parte natural de la manera local de vivir la Navidad. Sin embargo, usuarios admitieron en redes sociales que al ser compartida fuera del contexto antioqueño, genera sorpresa entre personas de otras zonas del país, que no reconocen esta forma dentro de la tradición que aprendieron.
Noticias Caracol habló con el padre Jairo de Jesús Ramírez, director del Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien explicó los pormenores históricos, espirituales y pastorales que rodean esta costumbre profundamente arraigada en el país.
Publicidad
De acuerdo con el sacerdote, la novena tiene raíces mucho más profundas de lo que suele pensarse. “La novena tiene un origen profundamente catequético y pastoral; el texto base fue escrito en el siglo XVIII por fray Fernando Larrea, con el objetivo de acercar al pueblo sencillo al misterio del nacimiento de Jesús”, explicó. Según indicó, este texto surge en una época en la que muchas personas no tenían fácil acceso a la Eucaristía ni a una formación religiosa constante, por lo que la novena se convirtió en una herramienta pedagógica para transmitir la fe.
El autor de la Novena de Navidad fue el místico y lingüista franciscano Fernando de Jesús Larrea, nacido en Quito en el año 1700 y fallecido en Cali el 3 de noviembre de 1773. Ingresó muy joven a la vida religiosa y se destacó como predicador, misionero y formador en distintas regiones del actual territorio colombiano. Desde 1742 recorrió zonas como el Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Tolima, y fundó en 1757 el Colegio de Misiones de San Joaquín de Cali.
Además de la célebre novena y de acuerdo con La Red Cultural del Banco de la República, fray Fernando es reconocido como autor de un vocabulario de la lengua general de los pueblos indígenas del Putumayo y el Caquetá, lo que evidencia su interés por la comunicación y la evangelización cercana a las comunidades.
El texto original de la novena fue obsequiado por el fraile a doña María Clemencia Gertrudis de Jesús Cayzedo Vélez, una mujer profundamente comprometida con la educación y la espiritualidad de la juventud femenina en Bogotá. Aunque el manuscrito original se encuentra extraviado, se sabe que la primera edición impresa apareció en Lima en 1788 y llegó a la capital colombiana a comienzos del siglo XIX.
Publicidad
Con el paso del tiempo, la novena fue tomando la forma que hoy conocen millones de colombianos. A comienzos del siglo XX, la religiosa clarisa Madre María Ignacia, cuyo nombre de nacimiento era Bertilda Samper Acosta, fue la encargada de actualizar el lenguaje del texto y de incorporar los gozos, hoy en día es uno de los momentos más esperados, especialmente por los niños.
"La versión más difundida fue aprobada en 1910 por el arzobispo de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo, y desde entonces la novena se consolidó como una de las expresiones más queridas de la piedad navideña en el país", señaló el padre Ramírez. Desde esa fecha, el texto se convirtió en un referente espiritual que se ha transmitido de generación en generación, conservando su esencia original.
Publicidad
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co