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Las perseidas, una de las lluvias de estrellas más conocidas y observadas del calendario astronómico, tiene lugar en las noches del 12 y 13 de agosto. Esto se debe a que la órbita terrestre atraviesa un rastro de diminutas partículas cósmicas que, al entrar en la atmósfera, se encienden fugazmente antes de desintegrarse, dando lugar a las conocidas perseidas. El fenómeno tiene su origen en el cometa 109P/Swift-Tuttle, que dejó tras de sí una nube de fragmentos que la Tierra cruza anualmente.
Según la NASA, en condiciones ideales y bajo un cielo oscuro, un observador podría llegar a contar entre 40 y 50 meteoros por hora. Sin embargo, la presencia de una Luna gibosa menguante durante esas fechas añadirá un reto: su brillo atenuará la visibilidad de los meteoros más tenues, reduciendo el conteo potencial a entre 10 y 20 por hora en la mayoría de los casos.
Bill Cooke, director de la Oficina de Entornos Meteorológicos de la agencia espacial estadounidense, explicó que este descenso en el número visible no debería desanimar a los aficionados: "Los observadores del cielo en el hemisferio norte podrían ver menos de la mitad de los meteoros que se suelen ver en una oscura noche de verano durante el pico de la lluvia de meteoros".
El cometa Swift-Tuttle, responsable de las perseidas, es un visitante infrecuente del sistema solar interior. Su última aproximación cercana a la Tierra ocurrió en 1992 y no volverá a hacerlo hasta el año 2126. A pesar de esa distancia temporal, su rastro de partículas permanece estable a lo largo de los siglos, permitiendo que cada agosto la Tierra atraviese esa corriente de restos.
Cuando estas diminutas rocas y granos de polvo chocan con la atmósfera terrestre a velocidades que pueden superar los 200.000 kilómetros por hora, el aire se calienta de forma intensa a su alrededor, provocando que el material se incinere y cree un trazo luminoso que conocemos como "estrella fugaz". En el caso de las perseidas, estos destellos parecen proceder de la constelación de Perseo, de ahí su nombre.
Aunque la lluvia es visible durante varias semanas, el momento más favorable para detectarla es en la franja que va desde la medianoche hasta poco antes del amanecer. Entre las 2:00 y las 3:00 de la madrugada de hoy, 13 de agosto, suele producirse la mayor concentración de meteoros visibles, siempre que el clima y la ubicación lo permitan. Cooke insiste en un detalle clave para este año: "Mira a cualquier lugar menos a la Luna". Esto significa orientar la vista hacia regiones del cielo opuestas al satélite, para minimizar el efecto de su luz en la visión nocturna.
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Colombia se encuentra en el hemisferio norte y su latitud ecuatorial implica que la visibilidad de las perseidas será algo menor que en regiones más al norte. Aun así, en áreas con poca contaminación lumínica y cielo despejado, será posible disfrutar del espectáculo. Los mejores lugares para verlas incluyen:
Elegir el sitio correcto para mirar la lluvia de estrellas puede marcar la diferencia entre una experiencia extraordinaria y una noche sin apenas actividad visible. El factor más determinante es la oscuridad del cielo, que se ve comprometida por la contaminación lumínica. Esta es provocada por la dispersión de luz artificial procedente de ciudades, carreteras y espacios iluminados que genera un resplandor constante sobre el horizonte. Algunas recomendaciones de la NASA incluyen:
Los astrónomos aficionados utilizan la escala de Bortle para clasificar la oscuridad del cielo nocturno. Este índice va del nivel 1 (el cielo más oscuro posible) al 9 (centros urbanos densamente iluminados). Para disfrutar de una lluvia de meteoros como las perseidas, un cielo de clase 3 o 4 ya es suficientemente adecuado, aunque los resultados mejoran cuanto más bajo es el número.
Además de las perseidas, 2025 traerá otros fenómenos astronómicos de interés:
Para quienes deseen aprovechar al máximo estos fenómenos, es fundamental planificar con anticipación, debido a que, expertos recomiendan que la observación se realice en lugares alejados de la contaminación lumínica, preferiblemente en cielos despejados. El uso de telescopios o binoculares mejorará la experiencia, especialmente para los detalles de los eclipses, las lluvias de estrellas y conjunciones planetarias. Además, instituciones como planetarios, observatorios y sociedades astronómicas suelen organizar actividades educativas y sesiones de observación para el público general, lo que representa una excelente oportunidad para aprender y disfrutar.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co