Janet Witt trabajó durante 20 años como gerente de una granja de miel en New Quay, Reino Unido , y ganó recientemente una demanda que presentó contra su jefe porque la llamó “anciana”.
La mujer, de 72 años, descubrió que su patrón, Sam Cooper, le pagaba menos que a un hombre que dirigía una tienda adjunta a la granja de miel, cuando ella trabajaba las mismas horas que él.
Cuando la señora Witt le expresó su molestia por la disparidad de salarios, el hombre la llamó “anciana” y la acusó de comportarse “como una niña”. La mujer tomó sus cosas y se fue, mientras Cooper la siguió maldiciendo y le hizo gestos ofensivos con las manos.
Witt lo demandó por discriminación de edad, victimización y despido injusto. Un tribunal falló a favor de la mujer y el acusado deberá pagar 16.943 libras esterlinas (un poco más de 85 millones de pesos).
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