El frío le jugó una mala pasada al animal que protagonizó esta dolorosa escena. Su suerte cambió cuando un alma caritativa supo cómo ayudarle.
El perro se convirtió en prisionero de una tapa de alcantarilla, luego de que su lengua se quedara pegada al metal helado.
Ocurrió en la localidad rusa de Vladivostok, donde el termómetro marcaba 15 grados bajo cero.
Para su fortuna, un hombre no sólo se condolió de su situación sino que recurrió a una idea ingeniosa para liberarlo y causarle el menor dolor posible: vertió agua en la lengua hasta que el animal pudo despegarla de la tapa.
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El video, publicado en YouTube, superaba este martes las cien mil reproducciones.
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