Las frías temperaturas causaron el congelamiento de un lago artificial, a donde cayó un perro de raza husky que daba un paseo con su dueña.
La frágil capa de hielo cedió y el animal terminó en medio de las heladas aguas. De inmediato, la mujer llamó a los bomberos, quienes acudieron al área de Yanshan, en China, donde sucedió.
Llegar hasta el canino era una tarea ardua por las bajas temperaturas del agua, pero el ingenio de los socorristas permitió que el perro regresara a tierra firme, sano y salvo.
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Aunque al animal le costó en un principio usar sus patas traseras, que había estado expuestas al frío extremo, finalmente pudo reincorporarse y regresar con su dueña.
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