Once personas resultaron hospitalizadas por cuenta del bromista, un estudiante que podría ir a la cárcel.
Como Frantinus Nirigi fue identificado el joven que se subió al avión y descaradamente le respondió a la azafata que llevaba una bomba cuando ella lo cuestionó por su equipaje.
El diálogo en la puerta del avión, que iba de Pontianak a Yakarta – Indonesia, fue escuchado por un hombre que inmediatamente entró en pánico.
Nadie pudo calmar al pasajero y ocurrió todo lo contrario: los demás se dejaron contagiar por el miedo y terminaron buscando las salidas a como diera lugar.
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Una persona grabó cómo incluso algunos se lanzaban desde una de las turbinas.
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Agentes requisaron la maleta de Nirigi y confirmaron que no había ningún tipo de explosivo y que todo se trataba de una broma cruel.
Once personas que se lanzaron desesperadamente sufrieron lesiones.
Este sujeto podría ser sentenciado a un año de prisión por poner en peligro a los pasajeros. Si su broma ocasionara alguna muerte, podría estar 15 años tras las rejas, recalca el medio Tempo .
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