Está ubicada en Seattle, ofrece principalmente productos alimenticios y utiliza tecnología basada en sensores combinados con inteligencia artificial.
Amazon había presentado a finales de 2016 este concepto de tienda física de unos 170 metros cuadrados donde ofrece esencialmente productos alimenticios. Accesible por el momento solo a los empleados de la compañía, debía abrir al público a inicios de 2017.
Según la prensa estadounidense, el grupo debió arreglar varias fallas de su sistema en múltiples pruebas, lo que explica el retraso.
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"Creamos la tecnología de shopping más avanzada del mundo para que no tengas nunca más que esperar en fila", afirma el grupo en su sitio web, al anunciar la apertura al público del supermercado.
En concreto, tras usar la aplicación móvil de Amazon para entrar a la tienda, los clientes pueden llenar su carrito como en cualquier supermercado y luego partir sin pasar por la caja.
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Es "hecho posible por las mismas tecnologías usadas en autos sin conductor", es decir, sensores combinados con inteligencia artificial que permiten a las computadoras "ver" y aprender, explica la compañía.
Esas tecnologías "detectan automáticamente cuándo los productos son sacados o recolocados en los estantes y lleva un registro en un carrito virtual. Cuando termines de comprar, puedes simplemente abandonar la tienda. Poco después te enviaremos un recibo y lo cargaremos a tu cuenta Amazon", detalla.
No es la primera vez que el gigante del comercio electrónico abre una tienda física: en 2016 inauguró su primera librería también en Seattle, donde tiene su sede. Desde entonces abrió otras, entre ellas una en Nueva York en mayo pasado.
Su interés por los comercios tradicionales se evidenció en junio de 2017, cuando el grupo anunció la compra de la cadena de supermercados estadounidenses de comida orgánica Whole Foods.
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