La tímida mujer española se asomó desorientada al balcón sin saber que sus vecinos la esperaban para cantarle desde las ventanas.
Un pequeño pastel y una vela fue lo primero que vio Charo al salir de su apartamento en la calle Churruca 15 de Madrid. Allí, sin compañía, pasa la cuarentena por la pandemia del COVID-19 .
Charo tembló de emoción al escuchar cantar a sus vecinos.
Pese a la crudeza con que el coronavirus COVID-19 se ha expandido por el país ibérico, celebrar la vida se ha convertido en un bálsamo para estos adultos mayores, muchos de ellos acostumbrados ya a la soledad y el aislamiento.
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Un gesto de solidaridad con los más vulnerables, en tiempos difíciles.