Lograron, con una crianza bastante estricta, mantenerlo alejado de la violencia del barrio Olaya Herrera. Teherán y su familia pasaron hambre, a veces su mamá dejaba de comer para alimentarlos. Hoy, con una cuenta millonaria anualmente, está consagrado como uno de los mejores pitcher de los Bravos de Atlanta.
Estuvo nominado al Guante de Oro, convirtiéndose en el primer colombiano en llegar a ese escalón.
Electricidad, hielo y calor usaban para ‘curar’ a Sam Brinton de la homosexualidad ¿Cómo un indígena kogui se vuelve cristiano?