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Cabezote Los Informantes

‘El poeta de los extraditables’ habla de su rol a 30 años de la muerte de Pablo Escobar

A 30 años de la muerte de Pablo Escobar, Saúl Castro Zuluaga, ‘el poeta de los extraditables’, nos cuenta cómo sus versos se convirtieron en arma al tratar de calar entre la gente y doblegar al enemigo.

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Saúl Castro vive en Puerto Boyacá, cuna de las Autodefensas y zonas refugio de Pablo Escobaren la hacienda Nápoles, un poeta de 78 años que anduvo con los más temidos narcos de la época y compuso poemas y música a su favor. Castro dice que su arma predilecta fue el bolígrafo con que escribió versos antisubversivos y coplas pegajosas del mensaje de los llamados ‘extraditables’. Los Informantes escuchó las canciones de la guerra que desató Pablo Escobar 30 años después de su muerte.

Saúl Castro Zuluaga tiene un título que nadie más y no le avergüenza, fue ‘el poeta de los extraditables’. “Esto se llegó a considerar como la capital antisubversiva de Colombia, Puerto Boyacá, e incluso tuvo un aviso allá que decía Puerto Boyacá tierra de paz y progreso, tierra antisubversiva económica eso lo escribí yo y sale en un en uno de mis libros”. Desde Puerto Boyacá, en el corazón del Magdalena Medio y de las Autodefensas reivindica que de su pluma salió esta frase con que este pueblo ardiente se declaró antiguerrillero por allá en los temidos años 90.

Hasta ese momento considero que no han podido regresar los de la guerrilla acá, pero no les debe faltar la ganita de volver”. Se están cumpliendo 30 años de la muerte de Pablo Escobar y don Saúl quien lo conoció y batalló a su favor hizo parte de esa leyenda tóxica, pero no traqueteando o como gatillero del capo, lo suyo fue perpetrar versos. “Pablo claro, fuimos amigos directamente”.

Saúl nació en el corregimiento de El Jordán, en Antioquia, hace casi 80 años y asegura que conoció a Pablo Escobar y a su familia cuando este aún no era el capo sino apenas un muchachito que vendía aguacates para ayudar a la familia. “A Pablo lo conocía en Abejorral, Antioquia, porque el papá de él tenía una finca por La Ceja, es linda, la mamá de Pablo era profesor ahí. ¿Y usted alguna vez trató directamente con Pablo Escobar? Una vez no, muchas veces”. Desde muy joven y sin más educación que el bachillerato, Saúl sintió que lo suyo era poner a cantar las palabras. Hizo unos pinitos en Medellín en una emisora en donde de madrugada y en vivo le permitían leer sus versos, después se instaló acá en Puerto Boyacá cuando era muy señor era el sanguinario Henry Pérez, el padre del paramilitarismo en Colombia y con quien Saúl hizo clic. “El arma mía era el lapicero y escribir en contra de la guerrilla en todo momento siempre, siempre”.

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Saúl anda por el pueblo con un viejo portafolio donde guarda centenares de papeles corroídos con poemas de su cosecha, entre el despelote de papeles también hay dos libros suyos por los que saca pecho, uno lo tituló ‘Antología de la Poesía Antisubversiva en Colombia’ y el otro ‘100 poemas y una pluma’.

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