El Lunes de Pascua el presidente y el fiscal afilaron los conceptos del proyecto de la Paz Total y parece que las tensiones entre ambos se suavizaron un poco. El fiscal general siempre ha sido importante y poderoso, pero el papel crítico que está jugando ahora Francisco Barbosa tiene varias lecturas: es la cortapisa y el contrapeso que cumple con rigor sus funciones constitucionales o una figura, audaz calentando motores para echarse al agua de la política. O las dos. Las movidas de un fiscal.
Si con Duque lo señalaron de ser el fiscal amigo del presidente con Petro lo acusan de todo lo contrario, pero Francisco Barbosa reclama a gritos su independencia y su autonomía a pesar de que algunos lo han criticado por sus posturas que defiende con convicción y vehemencia. A veces con tanta que lo han matriculado hasta de opositor. Es un tipo joven inteligente y ambicioso en la recta final como timón de la Fiscalía, con un futuro por delante que dependerá del resultado de su gestión. Nos metimos al búnker.
Francisco Barbosa habla de la estrategia con la que maneja a la Fiscalía General de la Nación. Es hincha furibundo de Millonarios y de que se respeten las jerarquías. Como el balón está en su cancha, aprovechamos el picadito y recordó lo que le gritaban en el estadio una vez cuando fue a ver un partido de su equipo del alma.
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El fiscal que fue elegido en enero del 2020 por unanimidad por la Corte Suprema de Justicia ha estado más hablador y beligerante ahora que en cualquier otro momento. Por algo será. La Fiscalía empezó a funcionar en julio de 1992. Es un edificio gris sólido, más conocido como el bunker. En todo el país trabajan cerca de 23 mil funcionarios con un presupuesto de casi $5 billones. Barbosa juega como Maradona, de número 10, es decir, es el décimo fiscal que tiene Colombia. Es una plataforma poderosa para influir en todos los temas y Barbosa lo sabe muy bien.
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Justo esta semana, Barbosa se reunió por tercera vez con el presidente Gustavo Petro, el encuentro fue cordial a pesar de que las diferencias entre ambos son evidentes y de que afines al Pacto Histórico lo han señalado de mentiroso y de traidor. En esa última cita Petro-Barbosa hubo acuerdos sobre la Ley de Sometimiento. El balón lo tiene el ministro de justicia.
Como en un buen partido de fútbol, nos movimos por toda la cancha -por casi todos los temas- en un toque, toque por los asuntos urgentes que debe atender la Fiscalía. Como pocos pueden acceder al búnker, Barbosa aceptó hacernos un recorrido y recorrimos las entrañas de la Fiscalía.
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Y es una tremenda paradoja que un tipo que recibe amenazas constantes y que está siempre alerta se haya sentido vulnerable precisamente en la posesión presidencial. Llegamos al helipuerto, y es una paradoja que el fiscal que ha viajado más de 300 veces por Colombia no pueda usar esta plataforma que es en realidad como un elefante blanco.
El tour terminó en su despacho. Una oficina decorada con frases que lo inspiran, con sus héroes, sus libros y las condecoraciones.