En medios de comunicación y redes sociales se viralizó la noticia de un joven de 30 años, llamado Christian Uriel, que denunció ante la Fiscalía General de México a su madre y a su tía por agresión y hostigamiento.
De acuerdo con la denuncia, el acusador treintañero se sintió "ofendido" porque su mamá lo corrió de la casa, a escobazos y baldados de agua fría, debido a que no hizo caso: le exigía dejar de estar pegado a los videojuegos y buscar trabajo para ayudar con los gastos familiares.
Ante tal "agravio", Christian Uriel acudió al Ministerio Público para solicitar ayuda, pidiendo solamente poder regresar a su casa, ubicada en la colonia La Polvorilla, en Iztapalapa
De acuerdo con la versión de la madre, quien sí aceptó la responsabilidad de los escobazos que le propinó a su hijo, esto lo hizo solo después de que durante meses Christian se negara a buscar alguna ocupación productiva.
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Primero con la justificación de la pandemia del COVID-19 y después, simplemente, porque prefería pasar todo el día jugando en el sillón de la casa.
La decisión de sacarlo, aseguró la madre, la tomó por el temor de que Christian se convirtiera en un joven sin oficio ni beneficio.
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“Al momento de recabar los datos de prueba se podrá determinar si la conducta manifestada puede ser constitutiva como un hecho que la ley señala como delito y si se acredita o no la probable responsabilidad de una persona”, explicó Ana Haydeé Solís, fiscal de Ciudad de México
La demanda está presentada y el Ministerio Público deberá realizar las diligencias pertinentes, como en cualquier otro caso.
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