En un tradicional barrio de Ciudad de México, desde hace 50 años, se celebra una ceremonia para los más queridos de la casa.
Gansos, caballos, cerditos, pájaros, perros y gatos, entre muchas especies, quedaron bendecidos en medio del ritual que se vive como una verdadera fiesta durante tres días y que rinde tributo a San Antonio Abad, patrón de los animales.