Veinte ladrones fuertemente armados bloquearon una avenida con varios carros y les prendieron fuego para evitar la persecución.
El cinematográfico asalto fue el preludio de una noche de violencia en la ciudad de Recife, en el extremo oriental del país carioca.
La empresa desvalijada, Brink's, no divulgó la cantidad de dinero que fue asaltada, pero según la prensa local los atacantes se llevaron el equivalente de unos 20 millones de dólares (60 millones de reales).
Los veinte sospechosos se enfrentaron con la policía durante al menos dos horas, usando "armamento pesado que incluía fusiles AK 47, 50 y 762", informó la Policía Militar de Pernambuco en un comunicado.
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Tres policías resultaron levemente heridos.
Las autoridades tendieron un dispositivo de vigilancia en "todas las posibles rutas de fuga", añade el comunicado.
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Para llegar hasta la sede de Brink's, la banda destruyó con explosivos la pared de un puesto de gasolina contiguo.
La Asociación Brasileña de Empresas de Transporte explicó que las empresas se someten a un "control estricto de la Policía Federal y tienen tecnologías y procedimientos del más alto nivel", pero que "aun así, no es posible impedir totalmente ataques estructurados de este tipo".
Pese a la alarma que generó en la población el ataque y con la persecución aún en desarrollo, el secretario de Defensa Social del gobierno de Pernambuco, Angelo Gioia, aseguró que el incidente no pone en riesgo las fiestas de carnaval en Recife y Olinda (ciudad histórica vecina), uno de los destinos más populares del país, que este año espera reunir a más de 4,5 millones de personas.
"Tendremos más de 31.000 policías en acción durante el carnaval", afirmó Gioia en una entrevista con TV Globo.
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