La obra de arte hurtada era uno de los símbolos más importantes de la ciudad. A pesar del gesto, autoridades buscan al autor del robo.
El pasado 16 de octubre, Santa Cruz de Tenerife, España, despertó con una amarga sorpresa. El ‘Chicharrito Reflejo’, una estatua de un pez cubierta con fragmentos de cristal y símbolo de la ciudad, había desaparecido de su pedestal en la avenida de Anaga.
Las autoridades estaban desconcertadas, no había pista o rastro de la persona que se había llevado la pesada escultura de aproximadamente 2,13 metros de longitud.
La pieza no tenía un gran valor comercial, pero el significado para la ciudad de ‘El Chicharrito’ hizo que el gobierno tinerfeño realizara reiterados llamados para que fuera devuelto.
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Pasaron las horas y nadie daba razón del pescado gigante, hasta que en la noche del 17 de octubre una persona llamó para avisar que había encontrado la obra de arte en una calle de Santa Cruz. Las autoridades procedieron de inmediato al lugar del hallazgo y encontraron la pieza en perfectas condiciones y con un sobre pegado que decía “léeme”.
Las autoridades encontraron una carta en la que el presunto ladrón pedía disculpas por su acción y aseguraba que todo había ocurrido por una mala noche de copas.
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Ya está de vuelta. A ver anoche una llamada al #091 @polprcanarias avisaba que el chicharrito desaparecido estaba abandonado en c/ Celia Cruz. Junto a la escultura, en aparente buen estado, había una nota manuscrita de disculpa. El chicharrito fue recogido por patrulla policial. pic.twitter.com/Wdet91Ryt9
— Policía Local (@PoliciaLocalSC) October 17, 2018
“Buenas, soy el causante de todo esto. Pido disculpas enormemente ya que no lo hice consiente de mis actos, iba muy alcoholizado. Cuando me percaté de lo que había hecho se me cayó el mundo encima”, decía la misiva que ha sido recibida tanto con gran rechazo como con humor por los tinerfeños.
En la misma carta, el supuesto ladrón dijo que no había entregado la obra antes para que no supieran su identidad y así no corriera riesgo de perder su empleo.
“Soy una persona a la que normalmente nunca se le pasarían estas cosas por la cabeza”, concluyó el arrepentido criminal.
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A pesar de la devolución de la estatua, la Policía de la región ha abierto una investigación para esclarecer el autor del hurto.