El pontífice rezó por los filipinos, afectados por una tormenta tropical, y pidió la liberación de todos los secuestrados en el mundo.
Francisco invocó "el don de la paz para todo el mundo, especialmente para las poblaciones que más sufren por culpa de los conflictos" una vez terminó el Angelus.
"Renuevo mi llamado para que en ocasión de Navidad las personas secuestradas -sacerdotes, religiosos y religiosas y fieles laicos- sean liberadas y puedan volver a sus casas", agregó Francisco.
"Rezo por la isla de Mindanao, por los filipinos, asolados por una tormenta que causó numerosas víctimas", dijo el papa desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano.
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"Que Dios misericordioso acoja las almas de los difuntos y consuele a los que sufren por esta calamidad", agregó el papa.
"¡Feliz domingo y feliz Navidad!", concluyó el papa, aplaudido por los 17.000 fieles congregados en la plaza San Pedro.
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Además, el papa envió el siguiente mensaje a través de Twitter:
¡Liberemos la Navidad de la mundanidad que la ha secuestrado! El verdadero espíritu de Navidad está en la belleza de ser amados por Dios.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 22, 2017