El contrincante que tiene que vencer a la mandataria no es el que se esperaba, pues en el último momento quien ocupaba el tercer lugar dio un salto, en uno de los comicios más sorpresivos desde el regreso de la democracia al país en 1985.
La segunda vuelta se celebrará el 26 de octubre entre Rousseff y el popular exgobernador Neves, oponente de centro-derecha.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores, no alcanzó el 50% de los votos que necesitaba para obtener la presidencia sin tener que ir a una segunda ronda electoral.
Quién es el opositor de la presidenta brasilera
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Neves, de 54 años, fue gobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país. Superó de manera sorpresiva a la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que hace tan solo cuatro semanas tenía una ventaja de dos dígitos sobre el primero y parecía que se podría alzar con la presidencia del país más grande de América Latina.
El candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña estaba tan desanimado que llegó a bromear hace unos días al decir que su teléfono ya no sonaba. "Ahora cargo con tres celulares", le dijo al periódico Folha de S. Paulo.
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Descendiente de una tradicional familia de políticos, Neves es nieto del expresidente electo Tancredo Neves, que fue el primer mandatario elegido democráticamente tras el régimen militar que terminó en 1985 y quien murió, sorpresivamente, un día antes de tomar juramentación de su cargo.
Aunque Silva no ha declarado su apoyo a Neves, el candidato podría presentar una real amenaza a la reelección de Rousseff ya que Silva obtuvo un 21% y muchos de sus seguidores apoyarían al exgobernador, según expertos consultados.
Millones de brasileños acudieron a las urnas a votar el domingo en un escenario político que aún no estaba exento de sorpresas en una elección que los analistas la han caracterizado como la más incierta desde que terminó la dictadura militar en 1985.