Ada salió a buscar a su esposo Grant y una temperatura de 10 grados bajo cero desencadenó un triste final.
La mujer de 83 años, afanada porque él no aparecía, decidió cruzar la puerta de su casa en la fría nohe de Ontario.
Se dirigió entonces al granero, pero su cuerpo no soportó los -10 grados. Algo similar le había ocurrido a su compañero de vida.
Cuando las autoridades de la provincia de Houron llegaron para verificar el estado de la pareja, descubrieron el cuerpo sin vida de Ada a pocos metros de la puerta del granero. Allí también estaba el cadáver de Grant, quien fue víctima de un fallo del corazón.
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Contaron los vecinos al National Post que las últimas veces que habían visto a Ada, ella no los había reconocido pese a convivir por tanto tiempo. Todo indicaba que la antigua maestra ya sufría de demencia.
Por su parte, Grant era activo pese a ser mayor y estaba a cargo de ella. Era reconocido especialmente por su proactividad y por su capacidad para entonar varios instrumentos.
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Las autoridades descartaron suicidio o muerte violenta y no buscan testigos.