Una enfermera le robó el celular a una paciente que había fallecido pensando que su crimen quedaría en la impunidad, pero olvidó el GPS del dispositivo, lo que llevó a las autoridades a localizarla.
Fue la familia de la occisa la que reportó el robo cuando recogía las pertenencias de la mujer en el centro médico donde estuvo internada, en Buenos Aires, Argentina.
Con el GPS, rastrearon el teléfono en un hospital distinto.
Al llegar al lugar, marcaron el número y el celular empezó a sonar en la oficina de la enfermera señalada del robo. Estaba oculto entre unas gasas.
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La mujer fue arrestada y el dispositivo, entregado a la familia de la occisa.