La audiencia provincial de Múnich, sur de Alemania, condenó a cadena perpetua a un enfermero por el homicidio de dos pacientes e intento de asesinato de otros seis en 2020, entre los que estaba el escritor Hans Magnus Enzensberger, que falleció dos años después por muerte natural.
El hombre de 26 años, identificado como Mario G., admitió en el juicio haber inyectado sedantes a los pacientes en un hospital de Múnich para tener mayor tranquilidad en sus turnos.
El condenado, antes de empezar a laborar con el hospital de Múnich, era conocido entre sus amistades como alguien con una intensa vida nocturna y un alto consumo de alcohol.
Pese a su nuevo empleo, todo apunta a que Mario G. siguió con su modo de vida y con frecuencia llegaba con resaca al trabajo. Esa habría sido la razón por la que se molestaba cuando los pacientes estaban muy activos y requerían sus servicios. Entonces recurría a administrarles sedantes.
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El escritor Hans Magnus Enzensberger Enzenberger sobrevivió después de haber sido trasladado a cuidados intensivos, pero otros dos pacientes no corrieron la misma suerte.
Tras el caso del literato, que inicialmente pareció no tener explicación, un auxiliar de enfermería alertó a la dirección del hospital al constatar el repentino empeoramiento de los pacientes. Unos análisis de sangre mostraron que les inyectaron una sobredosis de medicamentos que no se les habían recetado.
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Un médico buscó otros casos similares y comprobó que en todos los casos Mario G. había sido el enfermero de guardia lo que, después de que fuera comunicado a la Fiscalía, dio inicio al proceso en contra del sujeto.
El enfermero habría actuado así para estar tranquilo y poder consultar su celular. Además, a menudo estaba ebrio en horas de trabajo o con malestar tras haber ingerido alcohol la víspera.
"Como estaba borracho, solo tenía una opción: hacerlos callar", explicó el enfermero durante la audiencia, según lo detallado por el semanario Der Spiegel.
Durante el juicio, Mario G. fue interrogado acerca de lo que hubiera hecho de no haber sido detenido y admitió que hubiera seguido procediendo del mismo modo con los pacientes.
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En los últimos años, se produjeron casos similares en Alemania.
En 2019, Niels Högel, un exenfermero con un trastorno de personalidad narcisista, según los psiquiatras, fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de por lo menos 85 pacientes en Baja Sajonia, en el noroeste.