Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La Audiencia Provincial de Aquisgrán (oeste de Alemania) condenó este miércoles 5 de noviembre a cadena perpetua a un enfermero por haber dado muerte a diez pacientes en un centro de cuidados paliativos aplicándoles inyecciones letales. El acusado, de 44 años, también fue declarado culpable de 27 intentos de asesinato.
El tribunal también determinó que los delitos conllevaban una "gravedad particular de culpabilidad" que debería impedirle la libertad anticipada después de 15 años, una opción que normalmente se contempla en estos casos.
La sentencia sigue lo pedido por la Fiscalía, que acusaba al enfermero de 9 casos de asesinato y de 34 de intento de asesinato. La cifra aumentó a 10 con el veredicto. (Lea también: Enfermero asesinó a dos pacientes para “tener turnos más tranquilos” y poder estar en el celular)
El enfermero, según convicción del tribunal, habría inyectado sobredosis de barbitúricos, mezclados con analgésicos, a sus pacientes, en su mayoría ancianos en fase terminal. Se detalló que los medicamentos usados eran morfina y midazolam, un relajante muscular que a veces se usa para ejecuciones en Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 en una clínica de Würselen, cerca de Aquisgrán. Las sospechas contra el trabajador datan del verano de 2024 y en febrero de 2025 la Fiscalía levantó una primera acusación, que inicialmente contemplaba cinco casos de asesinato. Luego se fueron agregando otras muertes a la acusación a medida que se fueron conociendo.
La defensa había pedido la absolución del acusado alegando que los cargos no estaban plenamente probados. El enfermero, identificado en la sentencia como Ulrich S., aseguró que había querido hacer algo bueno para los pacientes cuando les había inyectado los barbitúricos.
Publicidad
La investigación se basó en una acumulación de fuertes indicios a partir del hecho de que se daba un claro aumento de la mortalidad cuando Ulrich S. tenía turno. A ello se agregaron los testimonios de dos parientes de los muertos que dijeron haber visto como Ulrich S. les aplicaba inyecciones a los pacientes dormidos sin que aparentemente hubiera una razón para ello.
Según el acta de acusación, "su objetivo era inmovilizar a quienes necesitaban cuidados para tener la menor cantidad de trabajo posible durante sus turnos nocturnos". El acusado se erigió en "dueño de la vida y de la muerte", afirmó la Fiscalía al inicio del proceso.
Publicidad
Añadió que el enfermero trabajaba "sin entusiasmo ni motivación". Ante las necesidades de los pacientes que requerían muchos cuidados, se habría mostrado "irritado" y sin empatía.
Ante el tribunal, declararon que el hombre sufría un trastorno de personalidad, que nunca había mostrado compasión por los pacientes y que no había expresado remordimiento alguno durante el juicio.
La Fiscalía de Aquisgrán indicó a la AFP que se habían realizado nuevas exhumaciones con el fin de descubrir otras posibles víctimas, y que podría llevarse a cabo un segundo juicio contra Ulrich S., quien sigue siendo investigado.
La sentencia todavía no está en firme y puede ser apelada.
El caso recuerda al del enfermero Niels Hoegel, quien fue condenado a cadena perpetua en 2019 por el asesinato de 85 pacientes y que se cree que es el asesino en serie más prolífico de la Alemania moderna.
Publicidad
Hoegel asesinó a pacientes mediante inyecciones letales entre 2000 y 2005 antes de ser capturado. Los psiquiatras dijeron que sufría un "trastorno narcisista grave".
En julio, un especialista en cuidados paliativos de 40 años, identificado por los medios como Johannes M., fue juzgado en Berlín acusado de matar a 15 pacientes con inyecciones letales entre 2021 y 2024. En al menos cinco casos, se sospecha que incendió las casas de sus víctimas en un intento de encubrir sus crímenes.
Publicidad
EDITADO POR SANDRA SORIANO SORIANO
COORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOL
smsorian@caracoltv.com.co
*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS EFE/AFP