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Las familias de Craig Jackson y Cherry Turner vieron nacer una historia de amor como pocas, pero después de un grave error policial también fueron testigos de un trágico final. Los novios se conocieron a los 13 años y jamás se separaron. Fueron novios de infancia, cómplices de vida y prometidos de futuro.
Habían pasado varios años de esta relación, Craig y Cherry habían construido una relación cada vez más sólida y estaban próximos a llegar al altar. Pero todo eso acabó cuando fueron víctimas de un error policial que causó un trauma inesperado y un dolor imposible de superar. La tragedia doble hoy sacude a Inglaterra y despierta preguntas sobre la responsabilidad de las autoridades.
Craig llevaba años luchando contra la insuficiencia renal y, pese a la fragilidad de su salud, se mantenía aferrado a su vida junto a Cherry. Tanto así que en 2017 recibió un trasplante de riñón donado por su padre. A pesar de esto, todo cambió en mayo de 2022, cuando un operativo policial irrumpió en su hogar por equivocación.
Agentes armados, con perros y sirenas, entraron violentamente a la casa, esposaron a Craig en ropa interior y le apuntaron con armas. Todo fue muy confuso para la pareja, pues las autoridades estaban buscando a otro hombre, con su mismo nombre. Sin embargo, la confusión no fue aclarada hasta meses después, dejando a la pareja sumida en la angustia y el miedo.
El trauma para Cherry, al ver que su prometido fue sacado violentamente de su casa, fue fatal. El Tribunal Forense de South Tyneside concluyó que el allanamiento desató un trastorno de ansiedad severo en Cherry, quien comenzó a vivir con miedo constante, convencida de que la policía volvería y de que su casa estaba vigilada. Siete meses después, la joven se quitó la vida.
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Todo esto fue como una bola de nieve. La muerte de Cherry, en diciembre de 2022, destrozó a Craig. Aunque su familia intentó sostenerlo, la herida fue irreversible. A inicios de 2024, el joven decidió abandonar su tratamiento de diálisis, aun sabiendo que dependía de él para sobrevivir.
Su madre, Susan, de 59 años, relató entre lágrimas a The Mirror: “Si Cherry todavía viviera hoy, Craig todavía estaría vivo. Le rogué una y otra vez que recibiera tratamiento. Me mudé a su casa para cuidarlo. Me dijo: ‘Mamá, te quiero, pero no puedo estar sin Cherry’”. Craig murió en enero de 2024. Para su familia, su partida no fue producto de la enfermedad renal, sino de un corazón roto.
El caso ha desatado indignación en la comunidad. La familia de Cherry asegura que la policía sabía al día siguiente que Craig no era el sospechoso correcto y que el retraso en aclarar el error fue devastador. El abogado de la familia, Paul Dunn, describió el operativo como “la búsqueda más intrusiva imaginable”, que terminó teniendo consecuencias “nefastas”.
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El padre de Cherry, David Turner, lo resumió así ante la BBC: “Nuestra familia ha estado viviendo una cadena perpetua de dolor”. Por su parte, la familia de Craig insiste en que él nunca se recuperó de la pérdida. “Eran inseparables desde niños. Ella era como una hija para mí”, recordó su madre.
La Policía de Northumbria reconoció sus errores y emitió una disculpa pública, asegurando que han tomado nota de las fallas y que analizarán las conclusiones de la investigación. Sin embargo, para ambas familias, el gesto llega demasiado tarde. "Realizamos una investigación y nos disculpamos con la familia de Cherry y Craig Jackson por las fallas identificadas. Ahora nos tomaremos un tiempo para considerar cuidadosamente las conclusiones de la investigación".
La tragedia de Craig y Cherry se ha convertido en un símbolo del impacto humano que puede tener un error institucional: dos vidas jóvenes apagadas, una comunidad marcada y dos familias unidas por el dolor y la exigencia de que su historia no sea olvidada.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL