El romance entre una bailarina y un empresario, que le daba lujosos regalos, resultó ser un engaño que ahora le saldrá bastante caro.
Y es que por “falsas promesas de amor”, la estríper tendrá que devolver 1,3 millones de dólares a su amante.
Así lo determinó un fallo que señala que la bailarina engañó al hombre para que le comprara joyas, carros y hasta una casa en Trinidad, mientras tenía una relación con otro hombre.
Esta es la historia:
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En 2007, Michael Alexander Norkum, un empresario que actualmente tiene 65 años, fue al Landing Strip, un famoso cabaret de Toronto, Canadá. Allí lo atendió Jeanette Elvie Fletcher, una bailarina que rápidamente ganó su simpatía.
A los pocos meses, Norkum le pidió que lo acompañara a unas cortas vacaciones en Jamaica y que, en compensación, le pagaría 3.000 dólares por los días que no iba a trabajar, normalmente ella ganaba entre 1.500 y 3.000 dólares por jornada laboral.
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Pero la obsesión del empresario por la estríper hizo que la incluyera en la nómina de su compañía, Man Project Management, dándole un salario mensual de 10.000 dólares. Quería que estuviera disponible para él en cualquier momento.
Además, Norkum le dio regalos como relojes, carros de lujo, joyas y hasta realizó 49 viajes con ella – siempre alojándose en hoteles cinco estrellas y viajando en primera clase-. Los excéntricos presentes llegaron hasta el punto que el canadiense le dio una casa a su nombre en la isla de Trinidad, lugar de nacimiento de la bailarina.
En 2009, Fletcher le comunicó a su beneficiario y amante que tenía la intención de tener hijos a través de un donante secreto. Ante la idea, este le compró una casa en Vancouver y pagó toda la remodelación del inmueble para que ella viviera con sus gemelos recién nacidos.
En 2016, la relación llegó a su fin porque Norkum descubrió que la mujer tenía una relación con otro hombre desde 2006. Es más, los pequeños gemelos no eran fruto de ningún donante secreto, sino que eran hijos biológicos de este.
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Un año después, el empresario decidió llevar el caso a los tribunales ya que sentía que la mujer lo había estafado cuando decía que lo amaba y realmente veía la relación como una forma de tener dinero y propiedades.
El juez de la suprema corte de la Columbia Británica Dev Dley falló a favor de Michael Norkum y le exigió a la mujer que devolviera los 1,3 millones de dólares que costó la casa en Trinidad y la remodelación de la propiedad que tenía en Vancouver.
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Dentro de la sentencia, Dley afirmó: “La señora Fletcher veía al señor Norkum como una billetera o como un ‘sugar daddy’ (término que hace referencia a un anciano que ofrece dinero y regalos a cambio de sexo)”.