Hace unos meses, Maribel Sotelo cedió a las peticiones de su hijo por una mascota. La familia fue al centro de Lima, capital de Perú, donde compró lo que pensó que era un tierno perrito en un mercado clandestino.
"Pensamos que era un perrito de raza, porque era como lobito”, reconoció la mujer.
Pero el animal no es un perro de raza. De hecho, ni siquiera se trata de un perro, es un zorro andino cuyo voraz apetito ha causado dolores de cabeza a los vecinos de la familia que son dueños de un criadero de cuyes, gallinas y patos.
"Se ha comido 15 cuyes, la vecina ha ido a reclamarle", cuenta una habitante de la zona.
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Run Run, como ha sido apodado el animal por la prensa local, se volvió una pesadilla para Maribel, quien ha tenido que pagar por cada uno de los animales que el zorro se ha devorado.
Yo hubiera sabido que era zorro, no lo hubiera aceptado
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El zorro se escapó de su casa hace unos días. Las autoridades intentan capturarlo y a la vez piden mano dura contra los traficantes de animales como Run Run.