El reto tendrá lugar en el velódromo nacional de Saint-Quentin-en-Yvelines, el mismo en el que había batido su propio récord de la hora hace tres años (26,927 km).
Ahora tratará de ser la persona mayor de 105 años que ha rodado más rápido en una bicicleta.
"No estoy tan bien como hace dos años, si lo estuviera sería un fenómeno, pero no soy un fenómeno", declaró con modestia y con tono de broma.
Robert Marchand confía en poder recorrer 23 o 24 kilómetros en una hora. "Si hago 30 dirán que estaba dopado", sonríe.
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"Toda mi vida practiqué deporte, mucha fruta y legumbres, no demasiado café, no cigarrillos, y poco alcohol", explica como factores clave de su envidiable forma física.
La psicóloga y profesora de universidad Veronique Billat, que le sigue desde que cumplió 100 años completa el misterio: "Su cuerpo es pequeño, pero tiene un corazón que bombea tanta sangre por minuto como el de una persona más grande". Su personalidad también juega un papel: "Tiene una gran determinación, no duda, no tiene miedo de intentar las cosas".
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Marchand dice no temer a la muerte, sólo a la parálisis. Mientras tanto, no para de rodar.