La paciencia de Estados Unidos se acabó, dijo Rex Tillerson, secretario de Estado de los EE. UU.
El funcionario hizo la dura eclaración tras una visita a la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, y tras haber constatado el fracaso de 20 años de esfuerzos diplomáticos para detener el programa de armas nucleares de Pyongyang.
"Desde luego que no queremos (...) un conflicto militar", dijo Tillerson a la prensa, antes de añadir sin embargo: "Si (los norcoreanos) elevan la amenaza de su programa de armas nucleares a un nivel que consideramos que requiere una acción, entonces esa opción está sobre la mesa".
"La política de paciencia estratégica se ha acabado" aseguró el secretario de Estado en conferencia de prensa con su homólogo surcoreano Yun Byung-Se. "Estamos estudiando nuevas medidas diplomáticas, de seguridad, económicas. Todas las opciones están sobre la mesa", insistió sin dar más detalles.
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Se trata de un claro cambio respecto a la política llamada de "paciencia estratégica" que llevó a cabo el predecesor de Donald Trump en la Casa Blanca, Barack Obama.
Washington descartó dialogar con Corea del Norte hasta que no se comprometa de forma clara a desnuclearizarse, con la esperanza de que las tensiones internas en este aislado país puedan generar cambios.
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El jefe de la diplomacia estadounidense, ex director ejecutivo de la empresa petrolera ExxonMobil, efectúa una gira por Asia, su primera experiencia diplomática en la gestión de crisis.
Tillerson prevé reunirse con el presidente surcoreano interino, Hwang Kyo-ahn, al tiempo que Pekín exige a Washington que busque otra forma de gestionar el conflicto con Corea del Norte.
En este contexto, Tillerson visitará el sábado China, principal aliado diplomático y socio comercial de Pyongyang, para pedirle a su vez que acentúe su presión sobre Corea del Norte.