El hombre desaparecía por distintos periodos de tiempo para cumplir “misiones” y “servir al país”. Cuando su esposa le quitó la máscara, no podía creerlo.
El impresionante caso tuvo lugar en Edimburgo, Escocia, y la mujer engañada se llama Mary Turner Thomson.
Para ella, casada con William Allen Jordan, era normal que su esposo tuviera que dejar repentinamente la casa y se ausentara por varios días; al fin y al cabo, se trataba, supuestamente, de un agente de la CIA.
Mary nunca sospechó nada pues William aparentaba ser un padre ejemplar, atento y cariñoso con sus hijos.
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Pero un día la verdad quedaría al descubierto: recibió una llamada de una mujer que aseguraba tener una relación con Jordan.
Entonces, descubrió que su esposo no era agente de la CIA ni nada parecido. Lo que realmente escondía era dos matrimonios más y 13 hijos en total.
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Mary le contó al Daily Record, en Reino Unido, que su farsa llegó a tal punto que un día llegó a casa diciendo que debían pagar un soborno o sus hijos podrían ser lastimados.
“En ese momento estaba completamente bajo su control, así que vendí todo lo que tenía”, dijo la mujer que hasta ahora revela la historia pese a que ocurrió hace algunos años.
Tras conocerse la verdad, Jordan fue sentenciado por bigamia y fraude, además le incautaron un arma de fuego y lo deportaron a EE. UU.