Como el demonio o el monstruo del hospital Great Ormond Street califican los medios ingleses a Paul Farrell, un hombre de 55 años que admitió ser el responsable de 69 ataques sexuales a 8 niños menores de 13 años, durante 35 años.
Sin embargo, medios como The Sun aseguran que son más de 500 las agresiones que se le atribuyen a esta persona. Los hechos ocurrieron entre 1985 y 2020.
Una de las acusaciones señala a Farrell de atraer a dos de los niños a sitios del hospital infantil a los que él tenía acceso y de abusar sexualmente de ellos en un cuarto de ropa blanca. Para lograrlo, según The Sun, el exportero del centro médico utilizaba el pretexto de que les daría experiencia laboral.
El caso es tan grave que la justicia inglesa autorizó que su foto fuera publicada en los medios de comunicación sin ninguna restricción.
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Entre los detalles revelados en las audiencias judiciales enInglaterra se señala que ninguno de los niños abusados era paciente del hospital y se cree que hay más testimonios sin conocer porque no han sido denunciados.
“Las ofensas contra dos de las víctimas ocurrieron en el Hospital Great Ormond Street, en el cuarto de ropa blanca que es donde el acusado estuvo basado durante un largo período de su empleo allí. Tenía una llave y cerraba la puerta con llave y maltrataba a los niños", según el medio británico.
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Pero ese no fue el único lugar donde el hombre abusó de sus víctimas. También en Essex, en un centro comunitario, una caravana en Kent y en la dirección de la casa de su mamá.
Además, Farrell aceptó que tenía en su poder imágenes de niños calificadas de extremas.
“El juez Noel Lucas QC dijo que probablemente encontraría que Farrell cumple con los criterios legales de peligrosidad dada la 'multiplicidad' de delitos con respecto a los niños pequeños”, por lo que se enfrentaría una pena a cadena perpetua.
Farrell fue arrestado en enero de 2020 después de que las víctimas se presentaran a la Policía.
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Un portavoz del Great Ormond Street Hospital le dijo al tabloide: “En primer lugar, nuestros pensamientos están con todas las víctimas de este horrendo abuso. Lamentamos profundamente que haya podido abusar de su posición y usar nuestro hospital para cometer algunos de sus delitos. Sus acciones contrastan directamente con todo lo que representamos como niños. Revisamos con regularidad nuestros procesos de protección para asegurarnos de que estén en línea con las directrices nacionales y nos esforzamos por lograr las mejores prácticas”.