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A sus 21 años, John Davis vivía una vida normal. Un fin de semana de verano en la casa de sus padres, mientras montaba una motoneta, un giro abrupto para evitar un ardilla lo llevó a estrellarse contra un árbol. El resultado: una cirugía de reimplante de tendones en la mano derecha. Lo que debía ser un procedimiento de rutina se convirtió en un viaje de dos horas a través de la eternidad, condensado en los seis minutos de muerte clínica que los médicos registraron.
Han pasado casi cuatro décadas desde que aquel estadounidense, hoy de 59 años, vivió una experiencia que marcó su vida para siempre, pero su relato volvió a acaparar la atención pública luego de contarlo en medios británicos y en el podcast de YouTube Next Level Soul. Su historia, mezcla de accidente, cirugía, colapso cardíaco y un misterioso viaje espiritual, sigue despertando fascinación.
Mientras le inyectaban la anestesia, Davis sintió cómo la sustancia recorría sus venas hasta llegar a su corazón. En ese instante preciso, su corazón se detuvo debido a una reacción alérgica. "En el mismo segundo que cerré los ojos y morí, al segundo siguiente, parecía que abrí los ojos y estaba de pie en el edificio de mármol más hermoso y perfecto que jamás pude imaginar", contó.
Davis se encontró en un pasillo de mármol que se extendía sin fin, con una serie de "túneles o puertas ornamentadas" perfectamente talladas a la izquierda. A su lado, un guía que nunca vio físicamente, pero que le hablaba constantemente al oído izquierdo, le explicó que estaban en un Centro de Orientación.
Guiado por esta voz, Davis dijo haber avanzado hacia un jardín inmenso y luminoso, un espacio donde las personas fallecidas se reúnen con sus seres queridos ya muertos. Aseguró que el lugar transmitía una paz difícil de comparar con cualquier sensación terrenal. Después lo condujo hacia un área distinta, un amplio recinto donde los recién llegados podían observar fragmentos de su propia vida “como películas proyectadas en el aire”. Allí, vio momentos de su infancia, pasajes con su familia y escenas aparentemente olvidadas que reaparecieron con claridad perfecta.
Acto seguido, Davis presenció un evento asombroso. Según él, un hombre de unos 80 años, que había muerto de un ataque al corazón, cruzó un túnel, visiblemente aturdido y confundido. Una consejera se levantó, lo tomó de las manos y comenzaron a hablar. Mientras hablaban, el hombre octogenario comenzó a rejuvenecer, volviendo a su 'yo' de finales de los 20 o principios de los 30. La misión de la consejera era ayudar a los recién llegados a recordar que habían "terminado una vida" y que estaban de vuelta en su "verdadero hogar".
El recorrido culminó, según su narración, frente a una figura imponente. Un hombre envuelto en una túnica que caía sobre su cabeza, con una faja roja atada a la cintura y una luz tan intensa emanando de su cuerpo que no podía distinguir su rostro. “Levantó las manos”, contó Davis, “y dijo: ‘Debes decirles que la muerte no existe’”. Justo después de escuchar esa frase, todo se desvaneció.
Con un sobresalto, regresó a su cuerpo en la sala de cirugía. Los médicos lo rodeaban, intentando estabilizarlo, sorprendidos de que volviera a abrir los ojos. Davis había estado clínicamente muerto durante seis minutos. Aun así, el aseguró que, para él, la experiencia que vivió del otro lado se extendió por casi dos horas.
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"El tiempo es diferente allí; no existe como aquí", detalló. Davis, que ahora no teme a la muerte y de hecho la espera con ansias para reunirse con sus seres queridos, ahora dedica su vida a compartir esta verdad: "Este mundo es solo una 'sombra' o un campo de entrenamiento, y nuestro verdadero hogar es esa dimensión perfecta y sólida que espera a todos".
El estadounidense reconoce que su vida cambió de manera radical. Desde aquella cirugía ha reflexionado sobre la espiritualidad, la existencia y la fragilidad del cuerpo humano. Y su relato, más que perder fuerza con los años, parece despertar cada vez más interés en una época donde las preguntas sobre la muerte y lo desconocido continúan capturando la imaginación colectiva.
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*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Noticias Caracol.