En redes sociales se filtró un video que muestra a personal médico riéndose en medio de una labor tan delicada como reanimar a un paciente. Fue grabado en Argentina , donde además de la indignación social se han iniciado las acciones legales tanto por la actuación de los funcionarios como por el hecho de haber filtrado las imágenes de un procedimiento privado.
Las imágenes fueron tomadas en el hospital Perrando, ubicado en la provincia argentina del Chaco. Mientras una doctora hacía el masaje cardiaco, los demás presentes se reían y hasta aplaudían en medio de una dolorosa situación que tenía en juego la vida de una persona.
Finalmente, el paciente falleció y el video empezó a esparcirse por las redes sociales.
Habla una de las protagonistas
Medios locales
identificaron a la doctora que reanimaba al hombre como Adriana Perroni. Aceptó que incurrió en “una falta de respeto al paciente y al acto médico. Es muy grave lo que se hizo, reírse de la muerte de un paciente ante el dolor de una familia que estaba esperando que nosotros le dijéramos si había sobrevivido o no, eso es terrible, demuestra falta de humanidad”.
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Sobre los hechos detalló que “el paciente salió del paro en dos ocasiones, a la tercera no lo pudimos sacar. Para nosotros la situación fue muy estresante”.
Ante la grabación aseveró no haberse dado cuenta de que la estaban filmando y criticó a la enfermera que lo hizo: “Esta chica se equivocó de profesión y tiene que ir pensando en estudiar en otra cosa”.
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Las imágenes del personal médico riéndose llegaron hasta las directivas del centro asistencial. Nancy Trejo, la directora, calificó de “lamentable” este hecho e hizo una dura advertencia: “Sé que las disculpas hoy no alcanzan, pero quiero informar que junto a asesoría legal de la institución se están llevando a cabo las acciones correspondientes y necesarias”.
Afirmó que “es evidente el espíritu jocoso de los presentes, que si bien no interfirieron en el acto médico, son hechos que de ninguna manera se van a pasar por alto”.
Autoridades están adelantando el proceso investigativo para determinar los posibles castigos, que muy seguramente le saldrán caros a la doctora Perroni, quien lleva más de 30 años en esta profesión.