La crisis humanitaria en el norte de Chile se agrave tras las protestas xenófobas del pasado fin de semana en Iquique, donde una multitud quemó las pertenencias de inmigrantes venezolanos y las carpas donde se alojaban.
“La mayoría de las cosas las quemaron: papeles, pasaportes, cédulas, todas esas cosas”, dijo Giovanni Sánchez.
“Todos los documentos, nuestras cosas personales, todo lo de nosotros lo quemaron, las carpas, todo, todo”, anotó, por su parte, Ziomara, otra inmigrante afectada.
“No teníamos dos días de haber llegado y nos encontramos con esto… Si eso es aquí llegando, ¿qué nos espera más adelante?”, cuestionó Franklin Pérez, otro de los inmigrantes afectados por las agresiones.
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La ONU calificó el hecho como una “inadmisible humillación”; agrupaciones de migrantes y refugiados, como “un violento ataque contra extranjeros irregulares”, y, en la calle, las personas lo catalogaron de una sola forma.
“Viene gente que le quema las cosas a los pobres migrantes, que son parte de sus documentos, eso es racismo”, señaló un ciudadana preocupada por la situación.
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La rabia y actitud delincuencial se apoderó de algunos de los casi 3.000 manifestantes que protestaban en la denominada marcha “No + Migrantes” que tuvo lugar el pasado sábado, 25 de septiembre de 2021, en la ciudad de Iquique.
Inmigrantes venezolanos fueron las víctimas de este hecho, y ahora la Fiscalía adelanta una investigación por lo sucedido y también labores para “poder recuperar los documentos que fueron quemados en estos saqueos”.
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