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Un trabajador agrícola británico de 31 años falleció tras desarrollar una infección grave causada por la picadura de una mosca, según informó el diario Daily Mail. El hombre, identificado como Andrew Kane, murió cinco semanas después de haber sido hospitalizado por sepsis, una condición potencialmente mortal que se desencadenó a partir de una herida infectada.
El incidente ocurrió mientras Kane trabajaba en una granja lechera en Shrewsbury, condado de Shropshire. Durante su jornada laboral, fue picado por un tábano —conocido en inglés como horsefly—, un insecto común en zonas rurales que puede transmitir bacterias a través de su mordida. Inicialmente, Kane no mostró signos de alarma. Sin embargo, la herida provocada por la picadura comenzó a empeorar. Su madre, Rachel Kane, lo convenció de acudir al médico, donde recibió tratamiento con antibióticos. A pesar de ello, la infección no remitió.
Dos semanas después, Kane colapsó mientras compartía una bebida con un amigo en una fiesta en Morpeth. Fue trasladado al Northumbria Specialist Emergency Care Hospital en Cramlington, Northumberland, donde se le diagnosticó sepsis. Posteriormente, fue ingresado en el hospital Freeman de Newcastle, donde permaneció en coma inducido durante varias semanas.
Según declaraciones de su madre al Daily Mail, los médicos inicialmente mostraron optimismo respecto a su recuperación. No obstante, la infección se propagó rápidamente, afectando múltiples órganos. “Tenían muchas esperanzas, pero la infección volvió con fuerza. Se extendió rápidamente y sus órganos comenzaron a fallar”, afirmó Rachel Kane.
Durante su estancia en cuidados intensivos, Kane mostró gestos de gratitud hacia el personal médico. Su madre relató que pedía chocolates para las enfermeras y hablaba con serenidad sobre su funeral. “Creo que él sabía que estaba muriendo”, dijo. Andrew Kane era padre de una niña y vivía con su madre en Widdrington. Además de trabajar en el sector agrícola, también se dedicaba a la pintura y decoración. Su familia lo describió como una persona alegre, protectora y muy querida por su entorno.
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El funeral se celebró en la iglesia St Mary’s de Morpeth, donde familiares, amigos y colegas se reunieron para rendirle homenaje. Desde su fallecimiento, numerosas personas se han acercado a su madre para expresar su afecto y compartir recuerdos.
La sepsis es una condición médica grave que ocurre cuando el cuerpo responde de manera descontrolada a una infección. Esta reacción exagerada del sistema inmunológico provoca una inflamación generalizada que puede dañar tejidos y órganos vitales, derivando en insuficiencia orgánica e incluso la muerte si no se trata a tiempo.
La sepsis puede ser causada por cualquier tipo de infección: bacteriana, viral, fúngica o parasitaria. Las infecciones más comunes que la desencadenan incluyen las respiratorias (como la neumonía), urinarias, abdominales, cutáneas y las que se producen tras intervenciones quirúrgicas o heridas abiertas.
El proceso se inicia cuando los patógenos ingresan al cuerpo y el sistema inmunológico libera sustancias químicas para combatirlos. En la sepsis, esta respuesta se vuelve excesiva, provocando una inflamación sistémica que altera la coagulación, reduce el flujo sanguíneo y compromete el funcionamiento de órganos como el corazón, los pulmones, los riñones y el hígado. La sepsis se clasifica en tres etapas:
Los síntomas varían según la etapa y el foco de la infección, pero los más comunes incluyen fiebre o hipotermia, escalofríos, frecuencia cardíaca acelerada, respiración rápida, confusión, presión arterial baja, piel húmeda o sudorosa, y disminución de la producción de orina. El diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre, pruebas de imagen y evaluación clínica. Es fundamental detectar la sepsis en sus primeras fases para evitar complicaciones graves. El tratamiento incluye antibióticos de amplio espectro, líquidos intravenosos, soporte respiratorio y, en casos críticos, ingreso en unidades de cuidados intensivos.
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La prevención se basa en el control adecuado de infecciones, higiene, vacunación y atención médica inmediata ante síntomas sospechosos. La sepsis puede afectar a cualquier persona, pero los grupos más vulnerables son los adultos mayores, niños pequeños, pacientes inmunodeprimidos y personas con enfermedades crónicas.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL