La jornada dejó 27 heridos, algunos de ellos por balas. Oposición llamó a un paro escalonado de los empleados públicos hasta lograr una parálisis total.
Miguel intentaba resguardarse de bombas lacrimógenas y perdigones de goma este miércoles cuando una bala le alcanzó el pie durante una protesta en Caracas contra el presidente Nicolás Maduro.
Con su zapato ensangrentado en la mano y la pierna derecha enyesada, Miguel, de 17 años, relató que recibió un balazo en una manifestación que llegó a las inmediaciones de la base de La Carlota, donde un día antes ocurrió una fallida sublevación militar.
"No me dio chance de correr a otro lugar. Cuando vi hacia atrás, ya me había dado la bala en el pie", contó el estudiante, empleado de una pizzería.
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Miguel es uno de los 27 heridos, según servicios de salud locales, que se registraron en Caracas durante las protestas del 1 de mayo, después del alzamiento a favor del líder opositor Juan Guaidó.
"Es demasiado, ya están respondiendo con fuego", lamentó el joven.
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Los enfrentamientos comenzaron cuando una multitudinaria movilización convocada por Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, se desvió hacia la neurálgica autopista Francisco Fajardo, en dirección a La Carlota.
Según los servicios de salud de la opositora alcaldía de Chacao, 13 personas sufrieron heridas por perdigones y 7 por traumatismos.
El oficialismo también se movilizó en el centro de Caracas por el Día del Trabajador y para celebrar el fracaso de la insurrección militar, sin que se produjeran incidentes.
En el este y el oeste, policías y militares impidieron que opositores se concentraran en respaldo a Guaidó, quien temprano anunció "paros escalonados", en fechas por precisar, hasta lograr una huelga nacional.
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En el sector de La Florida, uniformados persiguieron en motos a manifestantes como Yaritza Aponte, quien resultó lesionada en la muñeca derecha cuando les dispararon perdigones de goma.
"Cuando vi que los tenía encima, lo que hice fue abrazar a mi hijo. Ellos nos dispararon, con los puños me daban en la cara", relató a la AFP Yaritza, de 41 años.
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"Tristeza es lo que da este gobierno. Estamos mal y ellos no quieren asumir eso", añadió la mujer, con salpicaduras de sangre en el rostro y la camisa.
Pese a su herida, Miguel, cuya pareja está embarazada, piensa acatar los futuros llamados de Guaidó en su ofensiva por sacar a Maduro del poder.
"Voy a recuperarme y voy a seguir saliendo a manifestar. Yo quiero un cambio para este país, sobre todo por mi hijo que viene en camino", dijo.