Tras violar y matar a la víctima, una trabajadora sexual, escondió el cuerpo dentro de un maletín y lo arrojó a un vertedero.
Además del crimen por el que fue ejecutado en Texas, Estados Unidos, confesó otro asesinato similar y durante el juicio cinco mujeres lo acusaron de haberlas abusado.
Su nombre era Rosendo Rodríguez, de origen latino. El crimen de la mujer embarazada por el que fue sentenciado a muerte ocurrió en 2005.
A Rodríguez, que este lunes cumplió 38 años, le aplicaron la inyección letal en la prisión de Huntsville, notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
El 14 de septiembre de 2005, una maleta nueva arrojada en una montaña de basura llamó la atención de un empleado del vertedero de Lubbock (oeste de Texas).
Dentro, encontró el cuerpo desnudo y golpeado de Summer Baldwin, una prostituta de 29 años embarazada de 10 semanas. La autopsia reveló después que también fue violada.
El código de barras de la maleta permitió a los investigadores establecer el día y lugar de su compra: esa misma víspera en unos almacenes Walmart.
Las cámaras de seguridad y el rastro dejado en la compra -vía tarjeta de débito- facilitaron la identificación del asesino: Rosendo Rodríguez, un reservista del Cuerpo de Marines que estaba en Lubbock para un entrenamiento militar.
A Rodríguez, que tenía 24 años en ese momento, lo detuvieron días después en la casa de sus padres en San Antonio (Texas).
El hoy ejecutado confesó haber matado a Baldwin, pero dijo que fue en defensa propia después de que la mujer lo amenazase con un cuchillo después de haber tenido sexo consentido en un hotel.
También confesó haber asesinado a otra mujer -Joanna Rogers, de 16 años- que conoció a través de internet y que llevaba meses desaparecida en Lubbock.
Las autoridades encontraron su cuerpo, también escondido en una maleta arrojada en el vertedero.
Con ese segundo crimen, se ganó el apodo "asesino de la maleta".
A Rodríguez lo condenaron a muerte en 2008 por el asesinato de Baldwin con el agravante -siempre necesario para imponer la pena capital en Texas- de agresión sexual.
Como Rodríguez negaba haberla violado, sus abogados recurrieron hasta el Tribunal Supremo los resultados de la autopsia, alegando que su cliente merecía cumplir una pena de cadena perpetua y no ser ejecutado.
Este martes, en última instancia, los magistrados del Supremo rechazaron la petición de la defensa.
Rodríguez se convirtió en el cuarto preso ejecutado este 2018 en Texas y séptimo en todo el país.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas, 1.472 presos han sido ejecutados en EE. UU., 549 de ellos en Texas.
Updated: marzo 28, 2018 10:28 a. m.