La oposición venezolana se moviliza este miércoles en varias ciudades, en una demostración de fuerza tras el duro golpe recibido por la suspensión del proceso de referendo revocatorio que impulsa contra el presidente Nicolás Maduro, que ha elevado la crispación política.
"Hoy 26 de octubre nos movilizamos los venezolanos en defensa de nuestros derechos constitucionales y contra el golpe (de Estado)", señaló en Twitter el excandidato presidencial Henrique Capriles, principal promotor del referendo.
En Caracas, decenas de miles de personas se concentraron en siete puntos y se dirigieron a la autopista Francisco Fajardo (este), con el tránsito interrumpido por la llegada de manifestantes.
Vestidos en su mayoría con camisetas blancas y gorras con la bandera de Venezuela, varios manifestantes llevaban pancartas escritas a mano. "No nos vamos a rendir. Revocatorio ya", decía una de éstas.
Allí está el Pueblo valiente de Venezuela en la calle #LaTomaDeVenezuela Viva Venezuela!
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) October 26, 2016
En familia, unidos y decididos protestamos en paz por nuestros derechos, por nuestra libertad y por nuestro futuro #TomaDeVenezuela pic.twitter.com/6vT4lCSYii
— Lilian Tintori (@liliantintori) October 26, 2016
Klenia Campos, ingeniera informática de 41 años, dijo que la marcha "es una medida de presión para que (Maduro) entienda que se tiene que ir. Tanta pasividad no va más, tenemos que hacer más presión".
Muchos comercios de la capital permanecían cerrados, mientras que siete estaciones del metro fueron clausuradas "en resguardo de los usuarios", según la empresa administradora.
La denominada "Toma de Venezuela" ocurre en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), último paso antes del llamado a referendo.
Al cumplir ese requisito, la oposición quería evidenciar el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro, al que seis de cada diez venezolanos está dispuesto a revocar, según la encuestadora Datanálisis.
Pero el proceso fue suspendido la semana pasada por tribunales penales regionales, que acogieron denuncias de fraude del oficialismo en una primera etapa de recolección de firmas.
Gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de "golpismo", exploran al mismo tiempo la posibilidad de un diálogo con facilitación del Vaticano, en medio de una aguda crisis económica que se traduce en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.
El gobierno culpa de la crisis económica a "empresarios de derecha" que buscan desestabilizarlo, pero la oposición responsabiliza al modelo socialista y sostiene que el revocatorio era la "válvula de escape" de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos a precios subsidiados.
Para este miércoles, Maduro convocó al Consejo de Defensa de la Nación, del que participan los poderes públicos y en el que se propone abordar lo que considera un "golpe parlamentario", en referencia a un juicio de responsabilidad política que la Asamblea acordó iniciar en su contra.
En los alrededores del presidencial palacio de Miraflores también se concentraban los seguidores del gobierno en otra manifestación.
Henry Ramos Allup, único opositor invitado al Consejo de Defensa en su calidad de presidente del parlamento, anunció que no asistirá porque fue citado en coincidencia con las manifestaciones de la MUD.
"El problema está en que ese organismo se convoca hoy para disturbar esto. No voy a hacer el papel del tonto", dijo Ramos Allup antes de que arranquen las marchas.
Poder versus capital político
"La fuerza de la oposición son los votos de la gente", dijo el politólogo Luis Salamanca, quien considera que la suspensión del proceso revocatorio "ha colocado el conflicto político en un punto crítico".
En diciembre de 2015, la oposición venció ampliamente en las elecciones legislativas y por primera vez en 17 años de chavismo logró la mayoría parlamentaria.
Sin embargo, la justicia declaró a la Asamblea en desacato y sus actos son considerados nulos. "La Asamblea Nacional ha sido vaciada de sus competencias. Es una disolución por cuentagotas", dijo Salamanca.
"El capital político lo tiene la MUD, pero el gobierno tiene el poder. Para que la oposición acceda al resto de los poderes debe haber elecciones", comentó el experto.
Pero desprovista de la posibilidad de movilizar a sus seguidores en un evento electoral inmediato, el desafío opositor es la protesta.
Diálogo
Con la crispación a tope, el Vaticano anunció esta semana el inicio de una mesa de diálogo entre gobierno y oposición.
Planteado para el domingo en Isla Margarita (norte), el inicio del diálogo fue desmentido en un primer momento por los más importantes dirigentes opositores, pero luego señalaron estar dispuestos a acudir a la mesa si las conversaciones se llevan a cabo en Caracas.
"Tenemos la posibilidad de tener un referí con alcance planetario, como es el Vaticano. Hemos planteado que el encuentro sea en Caracas, tendremos que ponernos de acuerdo", afirmó Torrealba.
Maduro aseguró que el domingo estará en Margarita para la instalación de la mesa. "Para nosotros el diálogo no tiene alternativa", dijo.
Salamanca sostiene que en Venezuela "la cuerda se ha tensado, con riesgo de romperse. Es vital evitar que la confrontación escale a una confrontación con sangre. Si para algo puede servir el diálogo es para evitar eso".