Vecinos encontraron el feto sin vida, por lo que inició la investigación que logró evidenciar el caso.
Durante su último año de vida, la menor había sido accedida sexualmente por lo menos unas ocho veces. El agresor era su propio hermano, de 17 años.
El caso, que ocurrió en Indonesia, empezó a ser investigado en la isla de Sumatra cuando algunos pobladores hallaron el cadáver de un feto. Las indagaciones llevaron hasta la menor, quien finalmente aceptó ser culpable del aborto, un delito en ese país.
La investigación se extiende hasta la madre porque aparentemente estuvo involucrada en la interrupción del embarazo en el sexto mes de gestación.
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Maidina Rahmawati, directora de investigación del Instituto para la Reforma de la Justicia Criminal, afirmó que la menor no debe ser condenada debido a que era víctima de violencia sexual, recoge CNN .
Rahmawati instó a las autoridades a revisar delicadamente estos casos, pues en este particularmente “no profundizan en lo que realmente estaba sucediendo detrás" del aborto.
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La Fiscalía pidió un año de condena para la adolescente por interrumpir el embarazo voluntariamente. Al hermano le dieron solo 2 años pese a que se habían solicitado 7.
El Estado podría apelar cualquiera de los dos juicios.
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