Lysa Rose Upshaw, de 13 años, murió después de seratacada por una jauría de perros mientras caminaba cerca de su casa en la reserva indígena de Nación Navajo, Estados Unidos.
La menor tenía lesiones extensas , que incluían cortes y abrasiones en su cuello, cabeza y heridas profundas en sus piernas. Su ropa estaba rota y cubierta de tierra, según los resultados de la autopsia.
“Nunca pensé que eso le pasaría a mi hija. Ella era una amante de los perros", dijo Marissa Jones, madre de la menor, a ABC News.
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La oficina del médico forense del condado de Coconino clasificó la muerte como “accidental” y el ataque ha renovado la discusión sobre responsabilizar a las personas de la reserva por los actos de sus mascotas.
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Varias muertes en Nación Navajo se han atribuido a manadas de perros a lo largo de los años y muchas personas han resultado heridas.
El FBI intentará que este hecho sea juzgado por un fiscal federal, ya que cualquier delito bajo la ley de la reserva de Nación Navajo, independientemente de la gravedad, es de un año.