El documento, elaborado por la Iglesia de ese país, tiene un capítulo que se llama "Conductas que pueden ser malinterpretadas y por lo tanto se deben evitar".
En la cartilla de 9 páginas, que levantó ampolla, se les insta a los clérigos evitar dar palmadas en los glúteos, tocar el área de los genitales o el pecho, no dormir junto a niños o adolescentes, no dar masajes, no abrazar por detrás o besar en la boca a niños, adolescentes o personas vulnerables.
El manual, que aparece como respuesta a la profunda crisis que atraviesa la Iglesia católica, no utiliza las palabras acoso o abuso, pero habla de los delitos cometidos como "hechos dolorosos".
Uno de los puntos que más ha despertado la indignación de los feligreses se titula ‘Conductas que pueden ser malinterpretadas y por lo tanto se deben evitar’. Ahí se les explica a sacerdotes que se debe evitar tomar fotos a niños desnudos e incluso, usarlos para videos pornográficos.
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Las protestas no se hicieron esperar. Defensores de los derechos de los niños aseguran que la iglesia todavía no ha entendido la gravedad de la situación.
“¿Cómo no se comprende por la cúpula de la Iglesia católica chilena que dar besos en la boca a los niños, tocar sus glúteos, tocar sus genitales, fotografiarlos desnudos, entre otros delitos, son hechos que vulneran la dignidad sexual de niños y adolescentes?”, afirma Patricia Muñoz.
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La Iglesia aseguró que se trató de errores de traducción y retiró la cartilla de su página web.
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