Los once implicados en una violación grupal de una mujer musulmana y el asesinato de su familia se entregaron a las autoridades en India
minutos antes de expirar la fecha límite para volver a prisión voluntariamente y seguir cumpliendo la condena de cadena perpetua.
Los acusados llegaron juntos, organizados en dos vehículos, a la cárcel de Godhra, en el estado occidental de Gurajat, donde cumplen condena por la violación de Bilkis Bano y el asesinato de su familia, quince minutos antes de esta medianoche, según informó el diario local Indian Express.
Los once condenados tenían hasta el domingo 21 de enero para volver voluntariamente a prisión, después de que un tribunal dictaminase el pasado 8 de enero su regreso en un plazo de dos semanas al revocar una decisión del gobierno regional de Gujarat, que permitió en mayo del año pasado su liberación prematura.
En el trascurso de estas dos semanas, algunos acusados solicitaron a la justicia retrasar la vuelta a la cárcel por razones como una cita para una cirugía inminente, la boda de un familiar o porque es época de cosechas.
El Tribunal Supremo de India, sin embargo, desestimó las alegaciones por considerar que carecen de fundamento suficiente para revocar la orden.
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La violencia de la que fueron víctima Bano y su familia se remonta a febrero de 2002, cuando estalló una serie de choques interreligiosos en Gujarat a raíz de la muerte de 59 peregrinos hindúes durante un incendio en un tren, del que fueron acusados extremistas musulmanes.
Como consecuencia se desencadenó una ola de violencia contra la comunidad musulmana por la muerte de esos peregrinos, produciéndose numerosos ataques que acabaron en la matanza de un millar de personas, en su mayoría miembros de la minoría musulmana.
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Bano estaba embarazada cuando fue violada. En el mismo ataque, su hija fue asesinada junto con otros seis familiares, mientras trataban de esconderse.
Gujarat está gobernado por el partido hinduista BJP, la formación del primer ministro indio, Narendra Modi, que en 2002 era el jefe de Gobierno de la región y fue acusado en numerosas ocasiones de no haber hecho lo suficiente para evitar las matanzas.