El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, consiguió uno de los propósitos que se había fijado en su reunión de hoy con el papa Francisco en el Vaticano, del que obtuvo la promesa de que visitará México.
"El primer propósito de mi visita era hacer una amable invitación en nombre de México al papa para que visitase el país, y que ha aceptado, y nos ha dicho que tendrá ahora que ver las fechas y buscar el momento", afirmó Peña Nieto en una comparecencia ante los medios de comunicación tras su encuentro con el pontífice.
Peña Nieto explicó que le expresó al papa que su intención de viajar a México supone "un motivo de gran alegría, porque el pueblo mexicano en su gran mayoría es católico", a lo que -según dijo- Francisco le respondió "que (el pueblo mexicano) es católico, pero es especialmente guadalupano", en alusión a la gran devoción que siente por la Vírgen de Guadalupe.
Peña Nieto también desveló que el papa le mostró que siente "un especial cariño al pueblo mexicano".
El presidente mexicano agregó que el papa buscará el momento adecuado para visitar México, aunque en otras ocasiones el pontífice ha asegurado que no volverá a viajar a Latinoamérica hasta 2016, ya que en julio de 2013 visitó Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud.
Sobre los temas que abordaron, Peña Nieto explicó que compartió con el pontífice argentino los esfuerzos que ha hecho su gobierno "para el desarrollo social de los sectores menos favorecidos".
La lucha contra la pobreza y la atención a los inmigrantes fueron otros de los temas sobre los que dialogaron, según explicó Peña Nieto, y en particular sobre las organizaciones tanto católicas como laicas que se encargan de dar asistencia a los emigrantes mexicanos que van a Centroamérica o a Estados Unidos.
Peña Nieto compartió con el papa "la agenda de reformas" implementada por su gobierno, como la educativa, fiscal y energética, y le manifestó el "firme deseo de respetar y apoyar la libertad religiosa".
También, agrego el presidente mexicano, se hizo referencia al problema de la seguridad, e informó a Francisco de que se han registrado "datos muy alentadores sobre disminución de violencia" en algunas áreas del país.
El Vaticano había informado en una nota que durante las conversaciones "se pasó revista a algunos aspectos de la vida del país, entre ellos las numerosas reformas emprendidas y, en particular, la constitucional, que concierne a la libertad religiosa".
Ambos abordaron "otros temas de interés común como la emigración, la lucha contra la pobreza y el desempleo, así como las iniciativas encaminadas a combatir la violencia y el tráfico de drogas", agregó el comunicado del Vaticano.
Por último, también hubo un intercambio de opiniones sobre temas relativos a la actualidad regional e internacional.
La reunión de hoy se produjo en un momento en el que Francisco estaba muy bien informado de la situación en México ya que a finales de mayo recibió a más de 100 obispos en la tradicional visita "ad limina", la que hacen las Conferencias Episcopales al Vaticano cada cinco años.
En aquella ocasión el papa recordó a los mexicanos que se ven obligados a atravesar la frontera con Estados Unidos, a los que caen en manos de los sicarios y el problema de la droga en ese país.
Peña Nieto llegó a su visita al papa acompañado de una delegación formada por 17 personas y entre estas su mujer Angélica Rivera de Peña, y los tres hijos de su anterior matrimonio; su hermano y la hija de este.
Durante el intercambio de regalos, Peña Nieto entregó al papa una imagen de madera de unos 40 centímetros de la virgen de Guadalupe y le recordó que era "reina de méxico y emperatriz de América".
También y explicando que había notado que "estaba de moda", el presidente mexicano le entregó la camiseta verde de la selección mexicana que disputará el Mundial de Brasil firmada por los jugadores.
"Esto es para decirle que en México nos queremos poner la camiseta", explicó el presidente a Francisco.
Por su parte, el papa le entregó un medallón en bronce que representaba uno de los proyectos de la basílica de San Pedro y su exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" (la alegría del evangelio).
Peña Nieto después mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y almorzó con el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, que fue nuncio en México.
Updated: junio 07, 2014 09:24 p. m.