El emblemático Vieux-Port de Marsella fue, por tercer día consecutivo, escenario de incidentes violento entre aficionados, la mayoría ebrios.
Los más recientes desórdenes en la Eurocopa de Francia dejan 31 heridos, uno de ellos entre la vida y la muerte, según el último balance.
El aficionado inglés cuya vida preocupa recibió "golpes con barra de hierro, al parecer en la cabeza", señaló una fuente policial.
Se le intentó reanimar en el lugar y luego fue evacuado a un hospital. Su pronóstico es reservado, completo el prefecto de policía del departamento de Bouches-du-Rhône, Laurent Nuñez.
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La vida de los otros tres heridos graves no correría peligro.
Una hora antes del inicio del partido, la calma había vuelto al Vieux-Port, aunque se produjeron incidentes rápidamente sofocados cerca del estadio Velodrome.
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Las fuerzas de seguridad utilizaron granadas lacrimógenas y un cañón de agua para dispersar a los hinchas rusos e ingleses que se estaban enfrentando en las cercanías del estadio.
Unas horas antes, en el centro de la ciudad, se habían producido los incidentes más serios.