El buen olfato de la mascota traicionó a un narcotraficante en Mato Grosso, Brasil .
Solo bastaron un par de rasguños en la tierra para que la Policía antidrogas comprendiera que el pequeño animal les estaba indicando el lugar donde su dueño escondía alucinógenos y dinero en efectivo.
Un muy buen olfato que le costará caro al amo.