La mujer, enceguecida por la rabia, lo sacó a empujones del establecimiento y en la puerta se le abalanzó para golpearlo.
Luego de buscarlo por varias partes, según la esposa, para reclamarle porque no había mercado en la casa para darle de comer a sus hijos, lo encontró en una tienda de Paita, en Perú, tomando cerveza.
Lo peor, dijo la mujer a medios locales, fue que estaba en compañía de las “desvergonzadas de las amigas”.
Al ingresar al local y discutir con las acompañantes, sacó a su esposo a la calle y lo cogió a puños.
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El hombre desconcertado, “de lo borracho”, apenas manoteaba. Al final, la mujer lo golpeó tanto que le rompió la nariz.
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