El agente, que caminaba por una acera, pasó junto al conductor y le quitó el celular que tenía en el pecho. Ocurrió en Perú.
Antes de cometer el robo, el uniformado se alejó unos cuantos pasos, lo pensó un poco y regresó para tomar el aparato.
Para disimular fingió llamar por radioteléfono y así se alejó con el botín.
Una cámara de seguridad, que captó todo el episodio, fue la prueba para despedir al policía peruano.
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