El número de víctimas fatales por el COVID-19 se mantuvo en 27.127.
En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Sanidad, el doctor Fernando Simón, precisó que ninguna persona había fallecido con fecha de ayer, según la información que remiten las regiones diariamente, aunque sin excluir totalmente algún retraso de notificación de datos.
Resaltó la rapidez de detección, ya que el nuevo sistema de vigilancia epidémica permite el diagnóstico en el plazo de 48 horas desde que comienzan los síntomas.
Aunque la epidemia está controlada, las autoridades sanitarias siguen vigilantes ante pequeños rebrotes, muchos de ellos debidos al incumplimiento de normas y recomendaciones de seguridad.
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El fin de semana pasado, 400 jóvenes participaron en una concentración para consumir bebidas alcohólicas en Tomelloso, una localidad manchega de 36.000 habitantes muy castigada por la COVID-19 .
La Policía investiga una reunión de 27 personas hace una semana en una vivienda de Córdoba (sur), 12 más de las permitidas. Uno de los asistentes, el príncipe belga Joaquín, que se había desplazado desde su país, dio positivo tres días después y esto obligó a poner en cuarentena a todas las demás.
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En general, Simón pidió prudencia y "mucho cuidado" a medida que el Ejecutivo, que dirige el socialista Pedro Sánchez, levanta las restricciones de movimiento de personas y autoriza más actividades sociales. Comportamientos, dijo, que "no son recomendables ni deseables" pueden arruinar el "gran esfuerzo" de la mayoría para respetar las normas.
Hacia la ansiada normalidad
Con el verano cada vez más cerca, el 70% de la población española se encuentra desde este lunes en la fase 2 del plan de transición paulatina hasta recuperar la normalidad social y económica en todo el país a primeros de julio, según las previsiones.
Entre otros territorios, avanzaron a esta segunda etapa la región Valenciana (este) al completo y varias provincias de Castilla-La Mancha (centro) y Andalucía (sur), lo que permite una mayor actividad comercial, cultural y de movimiento de personas.
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Aún siguen en la fase anterior, más restrictiva, la región de Madrid y la ciudad de Barcelona y su zona metropolitana, que son las de densidad de población más alta y más afectadas por la enfermedad, así como las capitales provinciales de Castilla y León.
Por el contrario, un puñado de islas entraron en la fase 3, la última del plan citado: La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en el archipiélago atlántico de las Canarias; y Formentera, en las islas Baleares (mar Mediterráneo).
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Dentro de un mes, o antes si no hay rebrotes importantes, será posible desplazarse libremente a cualquier parte de España, algo prohibido ahora sin causa justificada.
Según dijo el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, a partir del 8 de junio se podría viajar entre provincias y regiones que estuvieran ya en la tercera fase de la transición, la última antes de recobrar la normalidad.
El Gobierno declaró el 14 de marzo el estado de alarma, prorrogado por ahora hasta el 7 de junio; obligó al confinamiento de toda la población, salvo por causas justificadas, y prohibió numerosas actividades económicas, comerciales, culturales, deportivas y educativas para contener la epidemia.
Posteriormente suavizó las restricciones gradualmente, a medida que remitían los contagios y las defunciones.
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Como señal de recuperación de la normalidad, los dos principales museos de Bilbao (norte), el Guggenheim y el de Bellas Artes, reabrieron hoy al público de manera limitada.
En esta fase 2, de la que se benefician algo más de 32 millones de personas, están permitidas, por ejemplo, reuniones de hasta 15 personas, baños en la playa y la celebración de bodas con hasta 50 invitados en recintos cerrados y 100 en abiertos.
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Se reanudan las visitas, con condiciones, a centros de discapacitados y residencias de ancianos, uno de los principales focos de contagio y muertes de la epidemia en España.
Reabierto el 85% del comercio
Según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), solo el 15% de los negocios comerciales permanecen cerrados y el 82 % de los autónomos reanudaron la actividad.
Además, está abierto el 30% del sector de la restauración. Bares y restaurantes perdieron 4.333 millones de euros hasta ahora, según la consultora NPD.
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También el 71,1% de los 568 centros comerciales de España están operativos, aunque con clientela limitada, indicó la asociación sectorial AECC.
El 1 julio se permitirá la entrada de viajeros extranjeros, con la esperanza de salvar parte de la temporada turística veraniega, que representa el 70% de los ingresos de este sector en España.
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El cierre fronterizo a mediados de marzo significó perder más de siete millones de turistas extranjeros en abril, lo que representa unos 7.000 millones de euros.