
El papa León XIV se tomará un descanso este mes de julio, retomando la antigua costumbre papal de veranear en las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, una práctica que había quedado en pausa durante el pontificado de Francisco. A partir del domingo 6 de julio, el pontífice se trasladará a este histórico enclave en las afueras de Roma y permanecerá allí hasta el 20 de julio.
La decisión de León XIV de alejarse del Vaticano para pasar unos días en Castel Gandolfo marca un regreso a una tradición centenaria. Durante su estadía se suspenderán las audiencias generales de los miércoles, en un claro contraste con el estilo de Francisco, quien optaba por mantener sus labores en Roma y nunca hizo uso de la residencia de verano.
Las actividades en medio de su descanso
En Castel Gandolfo, el papa dedicará sus días principalmente al descanso y la oración. La serenidad del lugar le permitirá desconectarse de las intensas responsabilidades del Vaticano. Además de sus momentos de retiro personal, ya se han confirmado dos actividades litúrgicas especiales: una misa en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva el 13 de julio y otra en la catedral de Albano el 20 de julio, el mismo día de su regreso.
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Aunque la residencia oficial del Palacio Pontificio ya no se destina a alojar al papa (hoy es visitada por turistas y peregrinos), León XIV se quedará en Villa Barberini, un edificio secundario del complejo que antiguamente servía para albergar a altos funcionarios de la Iglesia. El sitio ha sido adaptado para ofrecerle comodidad y privacidad, incluyendo la rehabilitación de la famosa piscina utilizada en el pasado por pontífices como Juan Pablo II.
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Además de las misas programadas, se espera que durante su estadía el papa rece el Ángelus desde Castel Gandolfo, conservando uno de los gestos más emblemáticos del calendario litúrgico.
El 20 de julio por la tarde, León XIV regresará al Vaticano para retomar sus labores pastorales y administrativas, marcando así el fin de su breve pero significativo periodo de descanso veraniego. Con este viaje, el pontífice no solo se toma un respiro en medio de sus obligaciones, sino que también recupera un ritual lleno de historia para la Iglesia Católica.
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