Los premiados por la lotería Euromillones, residentes en un pequeño pueblo de 1.500 habitantes de la región de Castilla y León, en la localidad española de Mayorga, ganaron uno de los botines más grandes jamás repartidos, lo que les permitirá vivir sin preocupaciones el resto de sus vidas.
Así lo explicó Tarsi Magdaleno, uno de los afortunados, que, a pesar del enorme golpe de suerte, no descuidó su labor como conductor de ambulancias, ya que "lo primero es lo primero, ya habrá tiempo de celebrarlo", aseguró.
A pesar de la importancia del premio, Alberto Magdaleno, alcalde del pueblo e hijo del ganador, reconoció que la celebración será "contenida" debido al "mal momento que atraviesa el país".
También destacó la importancia de que el premio se encuentre repartido entre 15 personas porque "hay familias a las que les va a venir muy bien".
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Este premio es uno de los más importantes que ha dejado la lotería europea Euromillones en España, siendo superado por los 190 millones de euros (214,5 millones de dólares) que obtuvo en 2017 un único acertante en Las Palmas (Islas Canarias).