Las sanciones estadounidenses contra Venezuela son una expresión de solidaridad de Washington con el pueblo de ese país, aseguró el coordinador de Política de Sanciones del Departamento de Estado de EE. UU., Daniel Fried.
Estas medidas "no van contra el pueblo, sino que son una expresión de solidaridad con los venezolanos, que están sufriendo graves presiones en lo político y en lo económico" por parte de las autoridades de Caracas, dijo el funcionario en Madrid.
Fried, que se entrevistó este martes con el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se refirió a las sanciones impuestas por Washington al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro en un encuentro con periodistas.
El presidente Barack Obama ha aprobado sanciones contra el Gobierno de Maduro y algunos funcionarios venezolanos, algunos de ellos identificados, a los que considera responsables de violaciones de los derechos humanos.
Fried precisó que las sanciones no tienen un "carácter económico" y no tratan de castigar a la población, sino que están dirigidas de forma específica contra "individuos" de ese país sudamericano que están atentando gravemente contra los derechos humanos y las libertades de la población.
El funcionario de EE. UU. reconoció que "las sanciones no funcionan en todos los casos", cuando se trata de presionar a un régimen o a un gobierno, y deben ser adoptadas como "una herramienta política y no como el centro de la política exterior".
Por otra parte, Fried restó importancia a las críticas que ha levantado en algunos países latinoamericanos e instituciones multilaterales del continente la política de Washington con respecto a Venezuela.
EE. UU. se equivocó en lenguaje contra Venezuela
Tras iniciar el diálogo con Cuba y anunciar avances en un acuerdo nuclear con Irán, Estados Unidos podría llegar de forma triunfal a la Cumbre de las Américas, pero para algunos analistas no será así, ya que el lenguaje que usó en las medidas contra Venezuela provocó un tropiezo diplomático.
"La administración de Obama se equivocó totalmente en el mensaje y la comunicación. No en el hecho de imponer sanciones, sino en la forma y el lenguaje que impuso, al usar una retórica anticuada y decir que Venezuela constituye una amenaza para la seguridad nacional", dijo el lunes Cynthia Arnson, directora del programa de Latinoamérica para el Woodrow Wilson International Center for Scholars, un centro de análisis y debate con sede en Washington.
Los expertos del Wilson Center dijeron en una conferencia telefónica con medios de comunicación que el "tropiezo diplomático" fue provocado por el tono y lenguaje que usó el gobierno del presidente Barack Obama en marzo, cuando emitió una orden ejecutiva en la que describió a Venezuela como una amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad y política exterior estadounidense.
Arnson y otros expertos señalaron que Estados Unidos logró precisamente lo que intentó evitar durante años: que más venezolanos aumentaran sus críticas contra Estados Unidos, creciera el apoyo al gobierno venezolano y la región latinoamericana quedara en la incómoda posición de tener que escoger entre un bando o el otro.
El decreto imponía la suspensión de visas y la congelación de bienes en territorio estadounidense de siete funcionarios militares y policiales venezolanos. La Casa Blanca responsabilizó a los funcionarios de violar los derechos humanos al reprimir las protestas callejeras que dejaron 43 muertes en 2014.
El presidente venezolano Nicolás Maduro planea entregar en la Cumbre de las Américas, que se celebrará en la Ciudad de Panamá el 10 y 11 de abril, un aluvión de firmas opuestas al decreto de la Casa Blanca.
La declaración de Venezuela como una amenaza es una designación oficial que forma parte del proceso para imponer sanciones.
Updated: abril 07, 2015 11:42 a. m.